LIMA. Entre ayer y hoy, se han estado dando enfrentamientos en Barrio Chino, La Expansión y Santiago, todos situados en la región Ica. En Madre de Dios se ve un peligroso desabastecimiento debido a las vías tomadas, mientras que vándalos atacan casa del gobernador de Madre de Dios, Luis Otsuka, quien respondió dando disparos, tratando de evitar la agresión. En esa misma región, nuestro corresponsal, el periodista Manuel Calloquispe, es blanco de amenazas de muerte por hacer su trabajo: informar las consecuencias de la crisis que vive Madre de Dios producto de los bloqueos. Desde acá le expresamos nuestra solidaridad.
Ya en el ámbito nacional, cada vez más organizaciones se pronuncian en contra de la gestión de la presidenta Dina Boluarte; además, el Congreso de la República presentó una moción de vacancia en su contra por incapacidad moral permanente. Por otro lado, la Defensoría del Pueblo instó al Parlamento a priorizar el debate del adelanto de elecciones lo antes posible.
Ayer, cerca de unas 900 personas movilizándose desde Puente Piedra se dirigieron por la Panamericana Norte en dirección al Centro de Lima. Sigue la violencia desmedida, las bombas lacrimógenas, el caos social. Con menor cantidad de gente, se dio un plantón en las afueras de la embajada de los Estados Unidos. Las consignas siguen siendo las mismas: la renuncia inmediata de la presidenta Boluarte, una Asamblea Constituyente, el cierre del Congreso y la liberación del expresidente Pedro Castillo.
Desde distintas facultades de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Unmsm) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), los alumnos se han organizado para hacer una convocatoria artística para conmemorar a las y los asesinados. Habrán representaciones de música, danza, performances, poesía, micrófono abierto y pintura. Hoy se realizarán dos vigilias culturales: Una que inicia en la Plaza Bolognesi a las 16 horas en dirección hacia la Plaza de la Bandera; y la otra es en las afueras de la PUCP. Constantemente, se realizan vigilias y actividades también en el Parque Kennedy, en Miraflores.
En estos últimos días, se ha registrado acción de la Policía Nacional cerca a los manifestantes para no dejarlos llegar a puntos estratégicos de protesta, reprimiéndolos y dispersándolos con bombas lacrimógenas. Además, persisten los abusos de parte del Grupo Terna de la PNP. Estos se infiltran en las manifestaciones, persiguen a organizaciones de derechos humanos y tampoco se identifican. Estos no han recibido el entrenamiento adecuado para controlar protestas, por lo cual dificultan las investigaciones por violar los derechos humanos.
A collection of “less lethal” munitions cartridges used by Peru’s national police on protesters. pic.twitter.com/d5syWBeGv7
— Neil Giardino (@NeilGiardino) January 27, 2023
Además, en el Cusco murió un bebé de un año al no poder llegar de emergencia al Hospital Regional a causa del bloqueo de vías. Iba desde Quispicanchi y el bloqueo estaba a la altura de Oropesa. Se trata del décimo menor de edad que muere directa o indirectamente a causa de los prolongados bloqueos que no tienen contemplación ante casos tan dramáticos como este.
Ayer, en comunicado conjunto entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior, se divulgaron siete puntos. El mensaje dejó al país en una expectativa a que la violencia probablemente se desate en las próximas horas o días: desbloquearán las vías bloqueadas, 88 puntos en 10 regiones según la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran). En tanto, ayer un policía fue herido de gravedad y también se registraron heridos entre manifestantes y bomberos.
¿Pero a qué clase de diálogo se refiere la presidenta? ¿Cómo llamar a la paz cuando en las calles se cometen abusos a los derechos humanos de parte de las fuerzas del orden, cuando dice que los manifestantes están financiados por minería ilegal y narcotráfico, cuando miente en mensaje a la nación explícitamente al hablar de armas dum dum? Por cierto, las balas halladas en nueve de los 17 cuerpos de los asesinados en Puno son de armas que usa únicamente la Policía Nacional. Esto teniendo en cuenta que los otros ocho ciudadanos fueron atravesados por proyectiles.