Producto de las torrenciales lluvias que continúan cayendo sobre el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, el nivel de las aguas del río Kimbiri aumentó hasta en cinco veces su promedio normal, y se desbordó en varios sectores inundando viviendas, reservorios de agua potable y haciendo colapsar puentes y carreteras de la zona.