Mientras toman fuerza las informaciones periodísticas sobre cocaleros golondrinos que se estarían trasladando desde las cuenca del Monzón y el Alto Huallaga hacia Aguaytía, en Ucayali, en esta última zona se habla cada vez más del crecimiento de la palma aceitera en el año que ha sido denominado como del “cultivo estratégico”.
Al respecto, el gerente del proyecto Palma Aceitera, Isaac Huamán, sostuvo recientemente que esta iniciativa da a los productores palmicultores beneficiarios una adecuada asistencia técnica y asesoría finaciera para la articulación de un crédito destinado al trabajo con la palma.
“Elegimos la caja de ahorro y crédito municipal, armamos el expediente financiero y, en función a los requisitos solicitados, el productor se hace acreedor a un crédito de capitalización. Esta unidad de manejo económico asciende a cinco hectáreas, cantidad que le permite a esta actividad económica ser rentable”, precisó Huamán en un informe publicado por el suplemento Poder Regional del diario La República.
Indicó que cada productor recibe 715 plantas de palma para 5 hectáreas de su fundo, además de insumos que deben ser canalizados ya con el terreno debidamente preparado, siendo una de las condiciones principales para el beneficiario que se aboque de lleno al tema agrario.
“Se han seleccionado 740 productores para este proyecto de cultivo que tarda entre tres y cuatro años en dar sus primeras cosechas. La visión del productor común había sido la de apostar por cultivos y proyectos de cosecha rápida y también de pérdida rápida del capital”, manifestó.
Finalmente, dijo que vale la pena esforzarse por proyectos de cuatro años, que van a tomar tiempo, pero tienen una sostenibilidad a futuro. “La explotación de palma no dura menos de 25 años, lo que puede cambiarles la vida a los pequeños productores para constituirse en empresarios, que es el objetivo”, expresó.
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