El analista en temas de narcotráfico Rubén Vargas indicó que el crecimiento de los cultivos ilegales de hoja de coca en nuestro país no es reciente y presenta cifras sostenidas al menos desde el año 2000, hecho que sería motivado por la reducción de hectáreas dedicadas a este producto en Colombia y por el incremento del consumo en naciones como Chile, Argentina y Brasil.
En conversación con el programa radial Diálogo Ciudadano, que emite INFOREGIÓN los fines de semana, Vargas Céspedes compartió la preocupación de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, JIFE, que hace tan solo unos días invocó a Perú y Bolivia a hacer más intensa la reducción de cultivos ilegales de hoja de coca en sus territorios.
Recordó que el Perú llegó a tener 130 mil hectáreas de hoja de coca entre los años 1980 y 1995, lo que consideró «un periodo bastante oscuro en la lucha antidrogas».
Ya posteriormente, entre los años 1995 y 1999, los cultivos se redujeron hasta las 35 mil hectáreas debido – explicó Vargas – a que ante la caída de los carteles de Cali y Medellín, las FARC decidieron producir su propia hoja de coca y ya no demandaron la peruana, por lo que los propios agricultores locales abandonaron el insumo del narcotráfico.
Alerta oportuna
«Ese periodo se debió haber aprovechado para evitar que se regrese a la situación actual en la que estamos. A partir del 2000 en adelante, estamos en un proceso de crecimiento sostenido y actualmente tenemos cerca de 60 mil hectáreas. La alerta que lanza la JIFE es oportuna y la recomendación que hace para que el Estado ponga mayor atención al respecto también lo es», refirió el analista.
Asimismo, el especialista detalló que nuestro país muestra un crecimiento anual de 4.5 por ciento en cultivos de hoja de coca, lo que lo coloca actualmente con poco más de 56 mil hectáreas, tal como lo señala el informe hecho público en 2009 por las Naciones Unidas, mismo documento que reveló que Colombia había reducido en 18 mil las hectáreas dedicadas al cultivo de coca.
Incremento del consumo
«Bolivia y Perú son los países que están reportando crecimiento de cultivos, pero no creo que se deba solamente a la disminución en Colombia, que es bastante. Creo que hay un factor que es el aumento de consumo en el continente americano, especialmente en países ubicados en el Mercosur. El consumo de cocaína en Chile, en Argentina y en Brasil ha crecido significativamente y creo que eso también esta presionando a Bolivia y Perú», indicó.
Agregó que esto genera que lugares, en los que antes no se producía hoja de coca, ya lo estén haciendo hoy, «como por ejemplo Madre de Dios, zona de frontera con Bolivia y Brasil y estratégica para el traslado rápido y fácil de pasta básica de cocaína».
«Otra zona es la frontera con Colombia y con Brasil, en la zona del río Putumayo. Esta expansión de los cultivos de coca es uno de los elementos que nos debe llamar la atención en la medida en que se está expandiendo y los esfuerzos por detenerlos son leves», finalizó.