En los últimos tres años, la proporción de donantes de órganos por cada millón de habitantes en el Perú ha venido creciendo. De acuerdo a información de la Dirección General de Donaciones, Trasplantes y Banco de Sangre (Digdot) del Ministerio de Salud (Minsa), en el 2019, se pasó de 1.9 donantes a 2.3 donantes por millón de peruanos.
Según Juan Almeyda, director general de Donaciones, Trasplantes y Banco de Sangre del Minsa, existe un pequeño avance en la población respecto a la cultura de donar órganos y tejidos. Sin embargo, todavía se tiene 7422 pacientes en lista de espera, sobre todo para trasplante de córneas y riñón.
“Lo que se ha logrado es un incremento en la donación de órganos de más del 20% en relación al 2018. Hemos tenido 75 donantes, se han hecho 1042 trasplantes de órganos y tejidos, lo que ha permitido salvar la vida a todas estas personas”, aseguró.
Un donante salva a 10 personas
Si bien más de tres millones de personas han aceptado donar órganos, respondiendo “Sí”, en su Documento Nacional de Identidad (DNI), las familias pueden incumplir con la voluntad de sus seres queridos. Por ello, el doctor Almeyda invitó a la población a firmar el Acta de Consentimiento para la Donación voluntaria de órganos y tejidos.
En el marco de la campaña “Ama, Dona y Vive”, más de 147 mil personas, a la fecha, han registrado en vida su voluntad a través de estas actas de consentimiento, que se pueden encontrar en centros de salud como en módulos itinerantes que visitan centros comerciales. Actualmente, en el Perú se realizan trasplantes de corazón, riñones, hígado, páncreas, pulmones, córneas, hueso y piel. En promedio, un donante cadavérico puede salvar hasta 10 vidas.
Almeyda recordó que existen dos tipos de donantes. En el caso de donadores fallecidos, el proceso empieza recién con la confirmación de la muerte encefálica y confirmando la voluntad del fallecido. Una vez hechas las pruebas, se define si el donante es apto. De ser el caso favorable, se produce la extracción del órgano y se asigna a un receptor, según la lista de espera. Después de la extracción, el cuerpo del donante se entrega a la familia.
De tratarse de un donante vivo, estos pueden ser familiares del receptor hasta el cuarto grado de consanguinidad y deben pasar una evaluación médica que autorice la extracción de uno o un segmento de sus órganos. Una vez aprobados los exámenes de salud y compatibilidad, la donación se hace directamente con el familiar que lo requiere.