Durante el Congreso Mundial de la Naturaleza 2016, evento organizado cada cuatro años por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el Mar Tropical de Grau fue incluido en la lista de los “76 Hope spots” (“Lugares de esperanza”) del mundo.
Esta área abarca los arrecifes de Punta Sal, Cabo Blanco-El Ñuro y la Isla Foca, y el Banco de Máncora está ubicada en las regiones de Piura y Tumbes y representa menos del 0.1% del mar territorial peruano, sin embargo en ella se ha encontrado parte importante de la diversidad marina costera de Perú.
¿Por qué el Mar Tropical de Grau está en peligro?
Desde 2016, se viene impulsando la creación del Área Natural Protegida “Mar Tropical de Grau”. Una demanda encabezada por gremios de pescadores del norte del país y agrupaciones de la sociedad civil, quienes recogieron en ese entonces más de 123 mil firmas de ciudadanos que apoyaban la creación de esta área.
En aquel momento, a pesar de que estas llegaron a los gabinetes de los expresidentes Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski, no pasó nada. Sin embargo, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y el Ministerio del Ambiente (Minam) han vuelto a poner esa posibilidad sobre la mesa.
No obstante, actualmente existe el riesgo que se permita la pesca industrial en uno de los cuatro espacios que comprendería esta área reservada. Este espacio es el banco de Máncora, la zona más alejada de la costa que conforma el Mar Tropical de Grau. La situación ha puesto en alarma a la comunidad pesquera artesanal y la ciudadanía comprometida con la defensa del mar peruano y sus recursos.
Para analizar el tema y entender un poco más a fondo por qué aún se continúa retrasando la creación de esta importante reserva, Inforegión conversó con Daniel Olivares, excongresista y director general de Oceana Perú, la organización internacional, con base en Perú, dedicada exclusivamente a proteger los océanos del mundo.
Línea de tiempo
En 2019, cuando el Minam anunció que se tenía previsto crear, antes de acabar el año, la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, recalcó que se buscaría respetar los derechos adquiridos en las concesiones de lotes petroleros y permitir también otras actividades económicas como la pesca artesanal.
Algo que aparentemente podía darse únicamente con la modificación de la Ley de Áreas Naturales Protegidas (ANP), de acuerdo a la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH). Los principales interesados en que no se paralicen las operaciones de cuatro lotes petroleros que están dentro de la zona prevista de esta reserva, además de las actividades de exploración del Lote Z-38, a cargo de la compañía Karoon.
Por tal motivo, las petroleras pidieron cambiar la ley antes de crear la reserva nacional en el mar del norte, puesto que según el artículo 112, numeral 5, del reglamento de la Ley de Áreas Naturales Protegidas, está prohibida la extracción industrial dentro de las áreas naturales. Esto debido a que la actual legislación no permite compatibilizar las actividades de hidrocarburos o pesca artesanal con un área natural protegida, cualquiera sea la categoría que tenga.
En ese sentido, Olivares explica el principal riesgo que conlleva que se libere dicha restricción con un mal precedente: lo que ocurre hoy con la Reserva Nacional Dorsal de Nasca, creada el 5 de junio de 2021.
“El principal riesgo es que sea un área [natural protegida] de papel, un área ficticia, que, al final, no cambia nada al día siguiente de su creación, y la Dorsal de Nazca es un ejemplo de eso, que permite la pesca industrial o la pesca a mayor escala cuando está expresamente prohibido que esto sea así, de acuerdo al reglamento de Ley de Áreas Naturales Protegidas”, señala el director general de Oceana.
“Ese es el problema, que se sigan creando áreas para el aplauso del día y que al final no generen su objetivo final, que es conservar a alguna especie, mantener un sistema saludable, entre otros objetivos. Cuando hemos levantado la alerta queremos decir que no suceda lo mismo en la Dorsal de Nazca, que ha permitido algo en contra de lo que dice la ley”, agrega Olivares.
¿Posibles soluciones?
En esa línea y frente a un nubloso panorama para proteger el mar peruano, Oceana ha sugerido que no se inicien las acciones para comenzar con la creación de una nueva área natural protegida hasta que antes no se resuelva dicha ilegalidad: permitir la pesca industrial en una de las cuatro zonas del Mar Tropical de Grau, solo porque se ubica en la distancia más lejana a la costa.
“El debate está en que se ha repetido tanto, desde un sector de la industria, esta “teoría de los derechos adquiridos” que ya hay algunas autoridades que la están repitiendo como si fuera una verdad, como si tener un derecho de pesca les permitiera pescar en todo el país y el Estado no pueda poner ninguna restricción. No tiene ningún sentido”, explica el excongresista.
En la actualidad, de acuerdo al artículo 83 de la Ley General de Pesca dispone que: “los responsables de la extracción efectuada en zonas protegidas; y, de la sobrepesca, que pongan en peligro la sostenibilidad de los recursos, en particular, de aquellos sometidos a explotación intensa, serán sancionadas con suspensión de las concesiones, autorizaciones, permisos o licencias respectivas”.