Costos de la ilegalidad

“¿Esto es Madre de Dios?” Esa fue la pregunta que se hicieron los investigadores de la Universidad de Stanford que, en septiembre último, sobrevolaron esta región amazónica acompañados de funcionarios del Ministerio del Ambiente. Desde la aeronave Carnegie Airborne Observatory, perplejos, contemplaron cómo miles de hectáreas de selva  -que en años anteriores lucían vírgenes y misteriosas- han sido arrasadas por la minería ilegal.

Desde hace dos décadas, esta actividad es un problema de índole nacional. Y ello porque arremete de manera impune contra la flora y la fauna existentes en las zonas de extracción de oro. Además, mata de a pocos a las personas que son explotadas en las pozas donde se mezclan agua, restos de mercurio y cianuro.

Las organizaciones detrás de las dragas no solo le quitan cuerpo a la ley y evaden millones de soles en impuestos, sino que acaban con el ambiente y elevan sus ganancias a costa de vidas humanas.

GOLPE AL MEDIOAMBIENTE
“El impacto ambiental de la minería ilegal es de carácter masivo y depredador. El Ministerio del Ambiente calculó que en 2008 se habían deforestado 32,000 hectáreas en Madre de Dios. Y en el presente año, se estima que serán 50,000”, señala Julia Cuadros Falla, directora ejecutiva de la ONG CooperAcción.

La contaminación propiamente dicha es la principal consecuencia. El gran movimiento de tierras que ocasiona la extracción ilegal de recursos mineros deteriora los suelos de la zona, ocasionando la alteración de los ecosistemas y la pérdida de hábitat para algunas especies.

Cuadros Falla sostiene que el otro impacto importante lo originan los vapores de mercurio. «El uso de mercurio para la extracción de oro impacta el ambiente cuando sus vapores son arrastrados por el viento, contaminando el suelo, los ríos, a los animales y las plantas, así como a los seres humanos que inhalan estos gases».

LUGARES DESTRUIDOS
En Quincemil, zona ubicada en la provincia cusqueña de Quispicanchi, la situación es caótica. Cinco mil mineros ilegales han arrasado bosques enteros utilizando maquinaria pesada. Estos trabajadores -que no figuran en ningún registro ni planilla- son no solo peruanos; también hay ciudadanos ecuatorianos, colombianos y hasta chinos, que residen en el país en situación de ilegalidad.

La región Loreto también vive bajo amenaza. Los ilegales del oro continúan aniquilando los ecosistemas, vierten miles de kilos de mercurio en los ríos de la amazonia nororiental.

Otra víctima de esta barbarie es Madre de Dios. El Ministerio del Ambiente pudo constatar que en zonas como Huepetuhe, Alto Madre de Dios, reserva comunal Amarakaeri y Reserva Nacional de Tambopata, en su zona de amortiguamiento, han sido destruidas 50,000 hectáreas.

En el norte del Perú, en el distrito de Suyo -provincia piurana de Ayabaca-, la minería ilegal también está destruyendo el ambiente. Ello ha obligado al Ministerio de Energía y Minas a presentar 12 solicitudes de interdicción ante el Ministerio Público y la Policía Nacional.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo esta práctica ilegal acaba con el ambiente en lugares considerados “pulmones del mundo” y “últimos bastiones de naturaleza virgen”.

MEDIDAS DRÁSTICAS
La magnitud de la minería ilegal y la cantidad de recursos que maneja podría llevar a pensar que no hay alternativa frente al problema. Sin embargo, la directora de CooperAcción afirma que sí es posible resolver este caos.

“Se necesita la voluntad política de todos los sectores, es decir, Estado, empresas, instituciones no gubernamentales, sociedad civil y la población en general”, opina Julia Cuadros.

Al respecto, la especialista detalla tres políticas que ayudarían a erradicar la minería ilegal. “La primera medida drástica es no otorgar más concesiones mineras en la amazonía; la segunda, no más concesiones de pequeña minería y minería artesanal hasta que se ordene el asunto. Y la tercera, erradicar la minería ilegal y otras actividades de la amazonía”, opina.

LUCHA FRONTAL EN MADRE DE DIOS
Para impulsar la lucha frontal contra los mineros ilegales, el Gobierno proyecta implementar una base policial en Madre de Dios, a la cual se asignarán 600 efectivos debidamente capacitados.

La prioridad es fijar una estrategia legal y técnica que permita frenar la depredación de las áreas naturales protegidas y lograr, a la par, que los mineros ilegales sean identificados y detenidos. Al respecto, el Ejecutivo ha confirmado su decisión de erradicar la actividad minera que contamina ríos y destruye bosques.

CONTAMINACIÓN CON MERCURIO
Según el estudio ‘Minería aurífera en Madre de Dios y contaminación con mercurio’, realizado en 2011 por el Ministerio del Ambiente y el Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana, se estima que la producción de oro es de 18,000 kilogramos al año.

El estudio, además, concluyó que por cada kilogramo de oro se utilizaron 2,8 kilogramos de mercurio. El Ministerio de Energía y Minas estimó la producción de oro en Madre de Dios en 22,634 kilogramos en 2011 y de 12,492 en 2012. (Franco Requena/Cortesía El Peruano)