Para el periodista especializado en temas de narcotráfico Orazio Potestá, el archivamiento de la investigación por el desvío de 230 toneladas de insumos químicos de la empresa COMARSA, propiedad de Orlando Sánchez Paredes, recientemente decidido por el fiscal José Luis Castillo, es una controvertida medida que hace pensar que la corrupción que genera el narcotráfico ha pasado de su escenario frecuente, el Poder Judicial, al Ministerio Público.
En conversación con el programa radial Diálogo Ciudadano, que emite INFOREGIÓN los fines de semana, Potestá consideró muy extraño que el fiscal Ad Hoc Castillo Espejo, haya tomado una decisión de este tipo, más aun cuando decidió investigar prescindiendo de la Policía Nacional, que cuenta con una importante experiencia en el tema del tráfico ilícito de drogas y sus delitos afines.
«Acá hay dos temas muy claros, o el fiscal estaba corrompido desde antes o fue corrompido después. Siempre se ha cuestionado que la Policía le hace la investigación a los fiscales, este era el momento para hacer un término medio entre la labor fiscal y la labor policial, pero lo que hizo este fiscal fue irse al extremo y prescindir por completo de la participación policial tan experimentada en temas de lavado de dinero e insumos químicos», comentó el periodista.
Potesta consideró como muy preocupante la actitud del fiscal de la causa. «Siempre se ha hablado del Poder Judicial y de los magistrados como los corruptos, pero acá ya estamos hablando – y me parece que es la primera vez en un sonado caso – que es un fiscal, un integrante del Ministerio Público quien se arrodilla ante el poder del narcotráfico», comentó.
Políticas de Estado contra el narcotráfico
Por ello estimó importante que la Fiscal de la Nación, Gladys Echaíz haya manifestado su interés sobre esta decisión del fiscal Castillo Espejo, a diferencia de la actitud que mostraba su antecesora en el cargo, Adelaida Bolívar.
«Dentro de lo malo, lo bueno es que la fiscal Echaíz ha llamado la atención sobre este caso. Yo me acuerdo de la fiscal anterior, Adelaida Bolívar, que era acusada de ser muy vacilante con el tráfico de drogas».
«Observamos que hay un liderazgo positivo en contra del narcotráfico a diferencia de la antecesora en el cargo, pero no es suficiente, no basta», indicó, al recomendar que el Estado emprenda políticas de Estado para acabar con este flagelo.
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