El coordinador del Movimiento de Derechos Humanos de Ayacucho, Félix Palomino Quispe, y la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos de Ayacucho (ANFASEP) exigieron al gobierno regional emitir una ordenanza que determine la inmediata construcción de un santuario en la Hoyada.
La obra se realizaría en memoria a los más de noventa cadáveres encontrados en el lugar y que fueron víctimas de la violencia política durante la década de 1980.
Palomino Quispe precisó que de las 16 hectáreas que comprendía el supuesto campo de entrenamiento del Ejército Peruano, sólo quedan cuatro hectáreas por las invasiones de los terrenos. El lugar fue usado como un cementerio clandestino.
“Para frenar la invasión de los pobladores, la Fiscalía colocó hitos con plantas y árboles. Sin embargo, es urgente que mediante una Ordenanza, el Gobierno Regional determine la construcción de un santuario en la Hoyada para recordar a nuestros hermanos victimados injustamente”, manifestó.
Asimismo, indicó que no se ha logrado identificar a más cadáveres porque fueron quemados por los militares para eliminar evidencias. Solicitó que los casos de violación de derechos humanos sean trasladados al Poder Judicial de Ayacucho para determinar a los responsables en las matanzas ocurridas en los distritos de Huanta y Chuschi.