El inventor Eric Fitch descubrió una nueva forma de usar adecuadamente los desechos de la cerveza. Antes de empezar a utilizarla para producir combustible, todo lo que sabía sobre la cerveza era lo difícil que podía ser producirla en casa.
Una vez atascó accidentalmente las cañerías en su edificio de departamentos al deshacerse de los desechos de su cerveza casera e inundó el sótano.
Esta vez está haciendo algo más constructivo: reciclar los desechos de su producción industrial.
El ingeniero mecánico inventó y patentó un dispositivo que convierte el desecho de la producción de cerveza en gas natural, que a su vez se usa para activar el proceso de producción de cerveza.
El dispositivo extrae energía del lúpulo, la cebada y la levadura que quedan en el proceso de producción de la cerveza para procesar los desechos de la planta, con lo que se ahorra en el manejo de los desechos y en el consumo de gas natural.
La estructura de 13 metros (42 pies) de alto costó cuatro millones de dólares.