Para las comunidades de la región San Martín el convenio firmado con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y el Centro de Conservación, Investigación y Manejo de Áreas Naturales (CIMA) representa una oportunidad de inclusión y mejora en la relación entre el Estado, las comunidades nativas, la población local y organizaciones, que viven en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cordillera Azul.
Al respecto, Gustavo Montoya Gamarra, jefe de este parque nacional, conversó con Inforegión para opinar sobre el compromiso firmado.
“La actividad productiva debe ser compatible con la conservación del área natural protegida, para que ese producto pueda tomar un valor agregado y formar parte de la economía de la zona. Hay una motivación para que podamos trabajar de manera conjunta y sumar a las poblaciones locales”, señala.
La autoridad del parque, ubicado entre los ríos Ucayali y Huallaga, en la Amazonía, explica también que, a través del desarrollo de las actividades de conservación, los agricultores dedicados a la producción de cacao de San Martín esperan elevar su productividad y la calidad de sus cultivos, a fin de generar mayores ingresos en beneficio de sus familias.
“Tiene que ver con elevar su calidad de vida, a través de proyectos de actividades económicas sostenibles, poder empoderarlos, capacitarlos, hacer que su actividad tenga un valor agregado”, precisó.
En ese sentido, dentro de las metas planteadas se busca la exportación a mercados más grandes, y por otro lado, plantear una mayor organización en la protección de los ecosistemas, para evitar la erosión de los suelos, las crecidas torrenciales, etc.
Para ello, entidades como Sernanp y CIMA están trabajando por facilitar cada vez más en el involucramiento de las familias agricultores cacaoteras en asistencia técnica con miras a que perfeccionen sus técnicas de manejo agronómico, y así sus producciones tomen un valor agregado.