SAN MARTÍN. Hace unos años, Simeona Rojas Camacho tuvo que empeñar el título de sus tierras a cambio de un préstamo que solicitó al Banco Agrario del Perú, para absolver una deuda de la cooperativa cacaotera a la que pertenecía. La crisis que enfrentaba la Asociación Agraria Nueva Visión Ltda la motivó a asumir la presidencia voluntariamente, pero sin experiencia.
“Yo no sabía lo que era liderar una asociación, pero traté de pagar esa deuda de 85 mil soles. Junté mis socios. Quedamos siete personas cuando nos abandonaron los demás socios que habían”, relata.
En ese entonces, Rojas Camacho llegó a administrar 98 hectáreas de cacao, las cuales generaron desarrollo mediante la suma de nuevos socios provenientes del centro poblado de Balsayacu, ubicado en el distrito de Polvora, en la provincia de Tocache, cerca al río Huallaga.
“Todito era orgánico. No teníamos ningún problema al vender nuestro cacao. Junté 23 socios en Balsayacu y 13 socios en el pueblo Nuevo San Martín. Vendía al año 120 toneladas de cacao orgánico, bien procesado con calidad”, cuenta la expresidenta de la asociación cacaotera.
Con el tiempo, el fruto de las ventas hizo de que Rojas Camacho pagara el préstamo de la cooperativa en apenas dos años. “Con las ganancias de mis ventas pagué el préstamo hasta el último centavo”, agrega.
Sin embargo, a pesar que hoy en día la Asociación Nueva Visión se encuentra en una situación de producción estable, los agricultores enfrentan numerosas plagas que han impactado en su producciones. “Todavía estamos enfrentando esa plaga. Yo misma ahorita no estoy cosechando nada de cacao”, expresa con preocupación.
En esa línea, la cooperativa cacaotera espera que el reciente convenio firmado con el Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ) del Sernanp, y el Centro de Conservación, Investigación y Manejo de Áreas Naturales “CIMA Cordillera Azul” impacte de forma positiva en el rendimiento de sus producciones para el próximo año. Se recuerda que el convenio busca el aprovechamiento sostenible de la zona de amortiguamiento, a través del desarrollo de actividades económicas sostenibles.
“Nosotros como productores debemos cuidar nuestra parcela. Debemos estar ahí pendientes, es cómo criar un hijo. Los socios que tengo ahorita están sacando buena producción, pero no llegan a la meta de 7 kilos por balde, están en 6.5”, concluyó la dirigente.