El jefe de DEVIDA en el Valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, Alejandro Gómez, estimó que la labor de control del narcotráfico debe ir unida a la del cuidado del Medio Ambiente, debido a que las grandes cantidades de insumos químicos que se utilizan para la elaboración de droga, viene ocasionando verdaderos desastres ecológicos en la zona.
“En el valle se utilizan grandes cantidades de insumos químicos para lograr mayor producción de coca y ello está ocasionando serios problemas como la contaminación de los ríos, la deforestación, la erosión de los suelos y la pérdida de la biodiversidad” alertó.
De acuerdo al funcionario, la situación es grave al punto que amerita “declarar al valle como zona de alerta por los desastres ecológicos que se vienen viviendo”. Y pidió actuar de inmediato porque de lo contrario estamos en camino a concretar una catástrofe.
Hogares no usan kerosene
El funcionario pidió ser más estrictos en controlar las grandes cantidades de kerosene que ingresan al valle y que se van directamente al narcotráfico dado que los pobladores del valle no utilizan este insumo en sus labores domésticas.
De acuerdo a sus cifras, de las 106 mil personas que habitan el valle, el 70 % vive en la zona rural y esta mayoría utiliza la leña como combustible energético mientras que en la zona urbana se utiliza el gas.
“Acá no se consume kerosene, no hay familia que utilice este combustible en el valle y sin embargo ingresan ingentes cantidades al VRAE que van directamente para el narcotráfico, este tema es preocupante y por eso el VRAE necesita un ordenamiento territorial”, indicó.
Precisó que en el ordenamiento territorial debe precisarse las zonificaciones ecológicas y económicas, porque actualmente se vive un desorden y muchos agricultores cultivan en tierras inapropiadas.