A una década de que líderes de la industria del chocolate y el cacao se comprometieran a contribuir en la eliminación del trabajo infantil en su sector, son objeto de críticas por no hacer lo suficiente.
Las organizaciones no gubernamentales (ONG) dicen que el Protocolo Harkin-Engel, firmado el 19 de septiembre de 2001 por ocho poderosas empresas – incluidos los grupos suizos Nestlé y Barry Callebaut -, no ha sido adecuadamente aplicado y ahora debe ser jurídicamente vinculante para lograr una diferencia.
La coalición internacional de ONG, 10 – Campaign, dice que los países importadores también deben hacer su parte y obligar a las empresas a someterse a controles independientes en sus procesos de producción.
El principal objetivo del protocolo era eliminar las “peores formas de trabajo infantil” en los sectores de cacao de Ghana y Costa de Marfil – el tráfico de niños o el trabajo forzado. En particular, las empresas acordaron ampliar los programas de prevención del trabajo infantil en países productores de cacao.
Pero los resultados han sido insuficientes, dijo Flurina Doppler, de la organización suiza Declaración de Berna, que forma parte de la campaña.
Alude a un informe divulgado en 2011 por la Universidad de Tulane, Estados Unidos, y elaborado por mandato de Washington con el objetivo de dar seguimiento a los avances del protocolo. El estudio encontró que las empresas involucradas no han aplicado satisfactoriamente ninguno de los seis objetivos del acuerdo (ver recuadro).
Insuficiente
“Ha habido algunos avances, como el reconocimiento y la admisión del problema del trabajo infantil, que fue ignorado o negado en el pasado. Sin embargo, la situación general no ha mejorado significativamente”, dijo Doppler a swissinfo.ch.
La financiación de la industria es escasa y los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para los sectores del cacao en Costa de Marfil y Ghana han sido solo parcialmente desarrollados, según el informe.
Alrededor del 60% de la producción mundial del cacao procede de África Occidental, con el grueso de los granos cosechados en Costa de Marfil, un país especialmente problemático en cuanto a abusos en materia de trabajo infantil. El informe de Tulane estima que alrededor de 1,8 millones de niños (menores de 15 años) trabajan en la industria del cacao en Costa de Marfil y Ghana.
Nestlé dijo a swissinfo.ch que se lograron avances, desde 2001, con la creación de la Iniciativa internacional del cacao sin fines de lucro – uno de los objetivos del Protocolo – para promover prácticas laborales responsables, así como renovar el “apoyo” en 2010 de las empresas signatarias a un nuevo marco de acción para el protocolo.
«Ejercicio de Relaciones Públicas»
En el período previo a la celebración del décimo aniversario del protocolo, tanto las ONG como la industria pusieron en marcha sus máquinas publicitarias.
En lo que la Declaración de Berna considera “un ejercicio de relaciones públicas”, los más importantes actores de la industria del cacao y el chocolate comprometieron 2 millones de dólares (1.8 millones de francos) para un nuevo proyecto dirigido por la OIT contra el trabajo infantil en las comunidades productoras de cacao en Ghana y Costa de Marfil.
El proyecto pretende aumentar la capacidad de los gobiernos y los agricultores a unirse a la lucha y apoyar el desarrollo de sistemas de vigilancia basados en la comunidad.
“Este acuerdo histórico se basa en nuestro entendimiento claro del reto global del trabajo infantil en la agricultura”, dijo el portavoz del programa de la OIT, Constance Thomas, a principios de este mes.
Sin embargo, la Declaración de Berna, que mantiene un control anual sobre las prácticas de comercio justo por parte de las compañías de café y chocolate, indicó que no era “ni un acuerdo histórico, ni un compromiso real”.
Doppler señaló que los 2 millones de dólares de la promesa eran “muy poco” en comparación con los 8.500 millones de dólares del presupuesto combinado de mercadotecnia de algunas de las empresas involucradas como Mars, Ferrero, Cadbury, Nestlé y Hershey’s.
Sin embargo, Nestlé argumenta que invierte 110 millones de francos en su propio Plan de Cacao, lanzado en 2009 para reunir “todas las actividades de la compañía en la promoción del suministro de cacao sustentable bajo una sola bandera”.
El poder de las estrellas
Mientras tanto, otra organización no gubernamental suiza, Solidar, también ha criticado en las últimas semanas a los productores de café en relación con el trabajo infantil.
La división Nesppreso de Nestlé ha lidiado con un vídeo falso en Youtube que pide a la empresa cambiar a cápsulas de comercio justo. El video fue visto por más de 600.000 personas en pocos días.
En una parodia de los anuncios de Nespresso, un actor que interpreta a George Clooney evita por poco ser golpeado por un piano, y en cambio queda pasmado con una señal de Nespresso. Los espectadores son invitados a enviar mensajes al verdadero Clooney, a través de la página web de Solidar, considerando que tiene el poder de “cambiar” la mentalidad de Nespresso sobre el uso de café de comercio justo en sus cápsulas, precisó Solidar.
Más de 36.000 personas se han sumado a la campaña.
A los pocos días Nestlé mantuvo una reunión con Solidar para hablar sobre el video. La empresa declinó hacer comentarios sobre la campaña a swissinfo.ch.
Solidar manifestó que por los 50 céntimos que se cobra por cápsula de Nespresso, los consumidores esperan un comercio justo. La ONG prevé ampliar la campaña al sector entero.
“Está claro que si el gran público se entera de las malas condiciones de trabajo de los productores de café va a ejercer una presión real sobre las empresas multinacionales como Nestlé. Esto va a afectar las expectativas de los consumidores de café que no quieren un resabio de explotación “, dijo el portavoz de Solidar, Alexandre Mariéthoz, a swissinfo.ch.
FUENTE: Jessica Dacey, swissinfo.ch. Traducción, Marcela Águila Rubín