El Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) construirá un penal en Pichari (provincia de La Convenciópn, Cusco) en la zona del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), según informó José Luis Pérez Guadalupe, presidente de esta entidad.
«Tenemos en cartera la remodelación total del penal de Arequipa, la construcción del penal de Pichari, en la zona del Vraem, y la edificación de los nuevos penales de Cusco y Bagua. Este último tendrá 15 hectáreas y albergará a 2 mil 200 internos», afirmó a la agencia Andina.
Pérez Guadalupe también informó que este año se inaugurará dos penales nuevos y se iniciará la remodelación total o parcial de al menos cinco establecimientos carcelarios en diversas regiones del país.
El funcionario detalló que los nuevos centros carcelarios estarán ubicados en Chincha (Ica) y Satipo (Junín). El primero de ellos estará listo en abril y será inaugurado en julio próximo. El segundo registra un avance del 97 por ciento, dijo.
Asimismo, está en plena construcción el penal de Cochamarca, en Cerro de Pasco, cuya primera piedra fue colocada en noviembre del 2013. En el penal El Milagro (Trujillo, La Libertad) se construyen dos nuevos pabellones y se renovará el penal de Pucallpa (Ucayali), agregó.
«Construir un penal toma un tiempo y no es comparable a construir una casa, un colegio o una escuela militar. Se trata de un establecimiento que demanda muchos detalles, sobre todo en el tema de seguridad y de tratamiento de los internos», anotó.
Pérez Guadalupe subrayó que la meta del Inpe es entregar, al 2016, por lo menos 15 mil plazas nuevas para albergar a internos.
Recordó que en los últimos 20 años la capacidad de albergue para internos se amplió solo en 10,000 plazas, pero en los últimos dos años y medio la población penitenciaria aumentó en 19,400 internos.
«Este crecimiento exponencial de internos no se había visto anteriormente y eso revela que en los gobiernos anteriores no se había previsto este problema», expresó.
Respecto a la seguridad electrónica penitenciaria, el titular del INPE adelantó que existe la posibilidad de que los nuevos centros de reclusión puedan sumarse más adelante a los 33 establecimientos -comprendidos en el proyecto que maneja Proinversión- que contarán con bloqueadores de celular, Wi Fi y otras tecnologías de comunicación inalámbrica.
SOLUCIONES
Pérez Guadalupe sostuvo que hay tres soluciones frente al problema del hacinamiento en las cárceles: disminuir el ingreso de internos, aumentar la excarcelación y construir más establecimientos.
«La idea es combinar las tres opciones», anotó Pérez Guadalupe al señalar que al INPE le corresponde construir más penales.
Comentó que el Poder Judicial está trabajando en definir qué procesados van a las cárceles y quiénes no. «El 2013 hubo casi 4 mil internos que ingresaron a los penales y permanecieron menos de tres meses», reveló.
El titular del Inpe consideró que a esos internos, quienes no tienen necesariamente que ingresar a un penal, se les puede colocar grilletes electrónicos.
Al respecto, indicó que Proinversión tiene en cartera el proyecto de iniciativa privada «Vigilancia Electrónica Personal» para la adquisición de grilletes electrónicos.
«El 9 de octubre del 2013 este proyecto pasó la etapa de evaluación en Proinversión y esperamos que salga lo antes posible», dijo.
Según el citado proyecto, se estima que el 30 por ciento de las personas que están en prisión podrían acceder a este beneficio, en cumplimiento a lo dispuesto por la Ley N° 29499, que establece la vigilancia electrónica personal.
CORRUPCIÓN
En otro momento, el titular del Inpe destacó que en el marco de la lucha contra la corrupción institucional se ha logrado importantes avances gracias a la incorporación de 25 gerentes públicos proporcionados por la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir).
En ese sentido, anotó que la macro y mediana corrupción está controlada en gran medida. La tarea ahora está enfocada en la micro corrupción, que ocurre al interior de los penales y que tiene que ver, por ejemplo, con el ingreso y uso de objetos indebidos y otros actos derivados del pago de coimas y prebendas. Aquí pueden estar involucrados algunos directores, personal de servicio y agentes penitenciarios.
«Una de las estrategias implementadas por primera vez en la historia del INPE es la carrera especial pública penitenciaria, a la cual se ingresa mediante concurso público. Los 900 servidores que han ingresado a la institución por esta vía están ganando un 50 por ciento más de sueldo», refirió finalmente Pérez Guadalupe (Andina).