El analista en temas de seguridad y ex presidente de la comisión de Defensa del Congreso, Luis Iberico, calificó como una alternativa de mano dura la propuesta del primer vicepresidente de la República, Luis Giampietri, para declarar como zona de combate el valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE.
“Lo que el almirante Giampietri plantea es un ‘Frontonazo’ (en alusión a la develación del motin senderista en El Frontón). Eso de que salgan los buenos a arrasar es una vieja estrategia que demostró no funcionar. El problema y la solución son más complejos que el manotazo que plantea Luis Giampietri”, señaló el también responsable político del partido Alianza Para el Progreso en comunicado llegado a la redacción de INFOREGION
Iberico Núñez consideró, además, que la solución real al problema está en la integración del pueblo y las Fuerzas Armadas y en el planteamiento de alternativas de desarrollo en las zonas de emergencia.
Fracasos tras fracasos
Agregó que las decenas de muertes que se han producido en la zona entre abril del 2008 y septiembre del presente año, evidencian el fracaso del Plan VRAE, y criticó al Gobierno por reiterar que estos remanentes de Sendero no representan un peligro para la democracia
“Si bien es cierto que en una guerra hay bajas, todas estas no pueden estar de nuestro lado y sin que haya una victoria sustancial frente al enemigo Sendero Luminoso. Es evidente que se viene fracasando en el VRAE. No lo digo yo, lo dicen los muertos”, agregó.
Descartó que las bajas en la zona se deban a errores militares. “Cuando hay una suma de errores trágicos sangrientos, quiere decir que la estrategia no está caminando funcionando”, aseveró.
Indicó además que si el Plan VRAE no ha dado resultados importantes es por la falta de planificación, de inteligencia, de un comando unificado y de una estrategia política y militar con impacto social.
A esto se agrega la ausencia del pueblo organizado a través de los comités de autodefensa y el escaso presupuesto que amerita una situación como la del VRAE, que constituye una amenaza a la seguridad nacional.
“Lo más grave es que no se ha fortalecido la presencia del Estado para que esté al servicio del desarrollo local. Ese es un enorme vacío que hasta el momento no se está llenando. No hay expectativas para la población, no hay ninguna esperanza y los narcoterroristas les venden la falsa ilusión de la prosperidad a través del tráfico de cocaína”, finalizó.