El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es el momento oportuno para que las autoridades y la ciudadanía reflexione sobre los compromisos y acciones implementados para disminuir las desigualdades de género y para que las mujeres podamos ejercer nuestros derechos y acceder a iguales oportunidades para alcanzar nuestro bienestar, desarrollo personal y participación en la vida política del país.
Este día se institucionaliza en casi todo el mundo, como un día de lucha del movimiento feminista, recordando las 146 mujeres obreras de una fábrica en Nueva York que murieron demandando su derecho a mejores salarios, informó la ONG Ayni Desarrollo a INFOREGIÓN.
La violencia ejercida contra las mujeres, basadas en la creencia machista de una supuesta superioridad de los hombres, así como justificada en ciertos comportamientos y estereotipos sobre lo que deben ser y hacer las mujeres en la sociedad, se constituye en una barrera para el desarrollo de las mujeres, las familias y las comunidades. Por ello que la violencia contra las mujeres se considera un problema de derechos humanos.
Nuestra provincia no es ajena a las altas cifras de violencia que se ejerce contra las mujeres, niñas y adolescentes. Así durante el 2019:
– 1747 casos de violencia contra la mujer y otros integrantes del grupo familiar fueron atendidos en el CEM de Quillabamba
– 1673 mujeres denunciaron violencia de parte de sus parejas en la Comisaría de Santa Ana
– 145 casos de violación sexual fueron atendidos, 90% de casos las víctimas fueron mujeres, la mayoría fueron niñas y adolescentes.
– Se han registrado 2 feminicidios y 4 intentos de feminicidio
– Las niñas y adolescentes indígenas de la provincia están mas expuestas a embarazos tempranos (según Defensoría del Pueblo, existen 5,013 niñas madres entre 12 y 14 años a nivel nacional, la mayoría se concentra en la amazonía y la causa principal esla violencia sexual en el contexto familiar).
Luchar contra la violencia hacia la mujer requiere esfuerzos multisectoriales que incluyen acciones para una educación con enfoque de género en nuestras escuelas, liderazgo de los gobiernos locales para disminuir las brechas de género, respuesta inmediata y diligente con atención respetuosa y libre de prejuicios sexistas en las comisarías y un sistema de justicia con operadores diligentes y con respuestas oportunas y servicios de salud que atiendan integralmente a las víctimas de violencia sexual y de acuerdo a sus protocolos.