Consejo Episcopal Latinoamericano reclama por protección de pueblos que habitan en la Amazonía

El crecimiento económico extractivista, el crecimiento económico bio-ambiental latente y el crecimiento urbano vertiginoso son las tres principales amenazas contra la Amazonía y sus habitantes que postuló el teólogo argentino Lucio Florio en el reciente III Encuentro Regional sobre Amazonía realizado en Manaus.

Florio, miembro del Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, señaló que los tres escenarios comparten las mismas amenazas: deforestación, contaminación de ríos y biomasa, desplazamientos de los pueblos indígenas y aniquilamiento de la biodiversidad.

El modelo de crecimiento económico extractivista sostiene que la Amazonía es una fuente inagotable de recursos naturales renovables y no renovables para su explotación tanto por las industrias extractivas (petróleo, gas, minerales, madera, agua), como para la expansión agrícola (agronegocios, comodities) y generación de energía hidroeléctricas.

En el caso del crecimiento económico bio-ambiental latente, se refiere a que las culturas de los pueblos que viven en la Amazonía tienen un valor comercial potencial que se ha de preservar para la apropiación del conocimiento y disponibilidad del material biótico existente para su uso farmacéutico y cosmético. Es decir, tanto el primer modelo como el segundo responden a la misma racionalidad mercantilista de maximización de la ganancia, muchas veces en perjuicio de las personas, el derecho de los pueblos y del ambiente.

En el último aspecto se llama la atención a la ciudadanía sobre el crecimiento en los últimos años de las ciudades en la Amazonía, lo cual trae como consecuencia no sólo el deterioramiento de la calidad de las aguas de los ríos y la preservación de la selva circundante, sino también las condiciones de vida de las personas que viven en las periferias más empobrecidas de las esas ciudades, perdiendo su memoria y tradiciones históricas.

También se señala las políticas de los Estados involucrados en megaproyectos en zonas de gran biodiversidad y que generen impactos, se responsabilicen en la preservación de la biodiversidad biológica y socio-cultural de la Amazonía.