Este fin de semana, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) reportó la ocurrencia de lahares en el volcán Ubinas, los cuales descendieron por la quebrada Volcanmayo, en el flanco sureste del volcán. Este tipo de peligro volcánico, muy conocido por las poblaciones que habitan próximas a los volcanes, ocurre frecuentemente en época de lluvias y genera pérdidas de áreas agrícolas, afectación de obras de infraestructura (canales de regadío, etc.) e interrupción de vías de comunicación.
Un lahar es una mezcla de ceniza y fragmentos de roca volcánica de diversos tamaños que es arrastrada por el agua producto de lluvia o de la fusión de hielo o nieve, que reposa en las partes altas de un volcán. Estos flujos discurren rápidamente a lo largo de quebradas o ríos, a velocidades que varían entre 20 km y 60 km por hora. El área a ser afectada por un lahar depende del volumen de agua y los materiales sueltos que son incorporados en el trayecto del flujo.
Lahares en volcanes peruanos
Los lahares ocurren independientemente del estado de actividad de un volcán. Es decir, pueden generarse en periodos de erupción o de tranquilidad volcánica. En el Perú, son cinco los volcanes que reunen las condiciones para generar lahares: Coropuna, Sabancaya, Chachani y Misti en Arequipa y Ubinas en Moquegua.
El Instituto Geofísico del Perú (IGP), a través del Centro Vulcanológico Nacional (Cenvul), monitorea el descenso de lahares por medio de las redes geofísicas instaladas sobre y en las inmediaciones de volcanes como Ubinas. “Cuando estos flujos descienden por las quebradas, generan una vibración del suelo que es registrada con diferentes amplitudes por los sismómetros instalados en el volcán. Inmediatamente, se elaboran alertas que son difundidas a través de la aplicación Volcanes Perú y la página web del Cenvul”, menciona el Ing. José Del Carpio, coordinador de este servicio.
En el contexto del actual periodo de lluvias en la sierra sur del país, el Instituto Geofísico del Perú recomienda a la población expuesta a la ocurrencia de lahares seguir las indicaciones del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y mantenerse alejada de las riberas de las quebradas que nacen en edificios volcánicos y de los ríos cuyos cauces surcan áreas aledañas a un volcán.