Los productos de gestión menstrual más populares tienen una gran cantidad de plástico, siendo altamente contaminantes con el medio ambiente. Sin embargo, actualmente se pueden encontrar alternativas ecoamigables. Al respecto, podemos citar la copa menstrual, las toallas reutilizables, entre otras.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU) la producción y la contaminación debida a los plásticos son una catástrofe en ciernes en el contexto de la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de la naturaleza y la contaminación. Cada año llegan a los océanos unos 11 millones de toneladas de residuos plásticos. Esta cifra podría triplicarse de aquí al 2040.
Por ello, evitar el uso de productos descartables, especialmente aquellos que se componen de plástico, es de mucha ayuda para reducir el impacto ambiental. Ante las alternativas a los productos de gestión menstrual comunes, se encuentran las compresas de algodón lavables, calzones y copas menstruales; las cuales también son más cómodas y económicas a largo plazo.
Alternativa a tomar en cuenta
Yarley Alor es activista menstrual y emprendedora con las marcas MeLuna y Mi Ciclo, y hace unos años descubrió la copa menstrual en su afán por encontrar un producto con el que pueda ir a la playa. Fue así que nació su curiosidad ante este producto. Es así, que en el 2017 trajo MeLuna al Perú, una marca alemana que difunde la educación menstrual y que tiene como producto estrella a la copa menstrual.
La copa menstrual es un recipiente de silicona médica que se introduce en el interior de la vagina durante el periodo menstrual, adaptándose a las paredes vaginales en todo momento independientemente del movimiento que se haga, y recoge todo el flujo en el interior de la copa.
“La copa no se siente, te da la libertad de aprender a conocer tu cuerpo y relacionarte más con tu menstruación; y si la cuidas bien puede durarte entre 7 y 10 años”, comenta Yarley.
Además, contó que sacando cuentas, una persona puede llegar a usar hasta 5– 6 copas, en lo cual gastarías alrededor de S/.1000; y en toallas desechables se puede llegar a gastar alrededor de S/. 5000. Por ello, recomienda que si está en sus posibilidades ahorrar para adquirir una copa menstrual, lo hagan.
La emprendedora, se refiere también a Mi Ciclo, que nació inicialmente como un espacio adicional a Meluna, pero actualmente contiene información mucho más variada sobre otros productos como las toallas de tela, el calzón menstrual y otros productos complementarios.
Las toallas de telas también son productos de una vida útil, pues pueden durar entre 3 a 4 años; además, son lavables y reutilizables. Asimismo, los calzones menstruales también tienen una larga vida útil y pueden ser utilizadas de manera individual o con la copa menstrual.
“Muchas personas utilizan estos productos por comodidad, otras porque quieren aprender a cuidar su cuerpo, por salud y porque quieren cuidar el medio ambiente”, señala Yarley.
Educación menstrual
En el 2015 el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología consideró a la menstruación como quinto signo vital (junto a la temperatura corporal, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el ritmo respiratorio). Cabe recordar, que los signos vitales son mediciones de las funciones más básicas del cuerpo que se utilizan para monitorizar nuestra salud, y los desajustes indicarían que hay algún desequilibrio en el cuerpo.
Ello lo sabe muy bien Yarley por eso considera importante fomentar la educación menstrual en todas las etapas de la vida y eliminar poco a poco ese tabú que aún existe al hablar del tema. “Tómenle importancia a su menstruación, conozcan su cuerpo, averigüen sobre los productos menstruales que utilicen y asegúrense que son saludables; además, háganse chequeos ginecológicos por lo menos una vez al año”, recomienda.