Perú es un país vasto y diverso. Hoy iniciamos una serie de columnas donde, una vez al mes, presentaremos los volcanes más importantes de nuestro territorio, aquellos que con su majestuosidad encandilan los ojos de peruanos y peruanas, pero, en otras ocasiones, infunden respeto y temor por el calor y violencia que llevan en su interior.
Iniciamos con el volcán Sara Sara, en el extremo norte de la cadena volcánica del sur del país, ubicado a 12 km al sureste del centro poblado de Pausa, provincia de Páucar del Sara Sara, en la región Ayacucho. El Sara Sara presentó su último proceso eruptivo hace aproximadamente 14 000 años: flujos de lava recorrieron una distancia de hasta 15 km en dirección del flanco este del volcán, los cuales son considerados los más extensos del Perú.
En el Sara Sara no hay evidencias de actividad histórica reciente; sin embargo, en un pasado geológico se habrían producido erupciones que, además de lava, generaron flujos piroclásticos (conocidas como nubes ardientes), caídas de ceniza, lahares (flujos de lodo volcánico) y avalanchas de escombros.
Ahora bien, ¿es el volcán Sara Sara un peligro?, ¿puede hacer erupción en un futuro? Un reciente estudio realizado por el Instituto Geofísico del Perú (IGP) ubica al Sara Sara dentro de los volcanes con nivel de peligrosidad moderada en nuestro territorio, un volcán que sí puede volver a erupcionar. Por esta razón, el IGP, mediante el Centro Vulcanológico Nacional (Cenvul), vigila día a día su actividad mediante estaciones sísmicas, inclinómetros, una cámara científica, además de la información de varios sistemas satelitales. Los datos han permitido confirmar la presencia de ligera actividad sísmica de origen volcánico y manifestaciones de fuentes termales en sus alrededores.
Por lo mencionado, el Sara Sara es considerado un volcán potencialmente activo, el cual, en caso de erupción, podría ocasionar serios problemas principalmente con caídas de ceniza, lahares y flujos piroclásticos. Hoy, en un radio de 20 km del volcán, existen 19 centros poblados donde habitan más de 20 000 personas, además de importantes obras de infraestructura que podrían ser seriamente afectadas.
En este escenario, ¿qué hacer? La primera acción de prevención es estar informados. Por ello, el IGP recomienda a las autoridades y a la población leer y compartir los boletines mensuales que el CENVUL emite del Sara Sara. Esta información les ayudará a gestionar adecuadamente el riesgo volcánico. IGP: «ciencia para protegernos, ciencia para avanzar».
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