Un trasplante de riñón brinda una segunda oportunidad de vida para quienes sufren de insuficiencia renal crónica en estado avanzado, para lo cual se realizan procedimientos quirúrgicos de alta complejidad. Estas operaciones son efectuadas en ambientes especializados y con personal altamente entrenado, informó el Minsa a INFOREGIÓN.
“Se hacen evaluaciones previas tanto al donante como al receptor. En el caso de los donantes que pueden ser vivos o cadavéricos se verifica que no tengan ninguna enfermedad que pueda transmitirse a los receptores”, explicó el Dr. Juan Almeyda, director de Donaciones, Trasplante y Banco de Sangre del Ministerio de Salud (Minsa).
El especialista detalló que la operación de trasplante renal es bastante delicada porque el cirujano extrae el riñón con sus vasos sanguíneos renales y el uréter. Además, procede a unirlos al sistema renal del paciente receptor. “Durante el procedimiento, como en toda cirugía, puede producirse algún riesgo como dañar, lesionar o desgarrar un vaso sanguíneo o alguno tejido que podría afectar las condiciones del riñón que será trasplantado”, mencionó.
El Dr. Juan Almeyda manifestó que a nivel mundial la tasa de complicaciones en un trasplante renal es de 10% a 20%, y que en el Perú estos riesgos alcanzan el 15%. Finalmente exhortó a la población a tomar la decisión de donar sus órganos que van a permitir darle una segunda oportunidad de vida a aproximadamente 6 mil personas que están en lista de espera.