Cada vez escuchamos o leemos informaciones acerca de las consecuencias del cambio climático en nuestro planeta debido a los gases de efecto invernadero (GEI), lo cual se traduce en devastadoras inundaciones, mayores lluvias en menor tiempo, incrementos de la temperatura y sequías de larga duración, entre otros. Según información del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, ente rector a nivel global en investigación sobre la materia, existen siete tipos de GEI, pero el más común es el dióxido de carbono (CO2), que representa un 80% del total de las emisiones.
En Perú, las principales fuentes de emisiones de carbono son: la quema de gas, carbón y diésel para generar electricidad; la combustión por el transporte marítimo, aéreo, fluvial y ferroviario; la descomposición de los residuos sólidos y aguas residuales domésticas; la producción de hierro, acero y plomo; así como la transformación de minerales no metálicos en cemento, cal, asfalto, vidrio, entre otros.
Por esta razón, los países, las organizaciones públicas y privadas están desplegando esfuerzos para lograr reducir a cero este tipo de emisiones, es decir, llegar a ser carbono neutral. Y para concretar ese objetivo, se están impulsando iniciativas en diversas partes del mundo para promover el camino hacia un futuro sin emisiones de carbono.
Reducir y/o neutralizar para ser carbono neutral
A fin de comprender mejor qué significa ser carbono neutral, a continuación, te dejaremos algunos ejemplos. Una actividad (evento artístico, cultural o deportivo) decide trasladar a los visitantes o participantes, según sea el caso, por vía terrestre o aérea, acción en la cual se usará combustibles que emiten dióxido de carbono.
Frente a ello, los organizadores deberán compensar dichas emisiones con alguna medida que permita reducir o neutralizar los efectos que ocasiona la ejecución de sus actividades. También puede ser el caso de los restaurantes que, para llegar a ser carbono neutro, pueden utilizar focos LED, dejar de usar papel y realizar un manejo adecuado de sus residuos. Junto a ello, se requiere la adquisición de bonos de carbono o la compensación a través de proyectos forestales como los que existen en nuestras áreas naturales protegidas.
De otro lado, si una empresa u organización emite, por ejemplo, diez toneladas de carbono en una semana, esto no solo afecta al lugar donde se encuentra ubicada, sino también a la atmósfera en general. Por ello, deberá compensar la cantidad emitida invirtiendo en proyectos forestales o promoviendo la conservación de los mismos, ya que estos absorben importantes cantidades de CO2.
Políticas ambientales
En nuestro país, el Ministerio del Ambiente viene impulsando la incorporación de este tema en las políticas nacionales, regionales y sectoriales, promoviendo que la planificación del país se oriente hacia un desarrollo bajo en emisiones, se informó a INFOREGIÓN.
Para ello se está elaborando un Estudio Técnico para la Carbono Neutralidad que apuesta por el uso de energías 100 % renovables, un transporte sostenible, la economía circular, la promoción de soluciones basadas en la naturaleza, entre otras acciones climáticamente inteligentes que permitirán neutralizar aquellas emisiones de GEI que no sean posibles reducir.
Con esa perspectiva, también se desarrolla una campaña de sensibilización, cuyo objetivo es incrementar el número de organizaciones que reporten sus emisiones de GEI mediante la herramienta Huella de Carbono Perú (HC-Perú) y para lo cual se creó el personaje de “Nono, el Oso de la Huella de Carbono”.