En lo que constituye una derrota política para el partido de gobierno, el Congreso de la República aprobó anoche, por una mayoría 49 votos a favor y 26 en contra; mandar al archivo el proyecto de ley impulsado por el presidente Alan García que proponía restablecer la pena de muerte para los delitos de terrorismo.
El Proyecto, que había sido exonerado de los dictámenes de las comisiones de Justicia y de Constitución por falta de consenso; fue puesto al debate pasadas las siete de la noche y tal como se había previsto, recibió el apoyo de los parlamentarios del APRA y de la Alianza Fujimorista.
Entre los defensores del proyecto del ejecutivo, el presidente de la Comisión de Constitución Aurelio Pastor consideró viable incluir la pena de muerte en el Código Penal por ser una facultad inherente a un estado soberano.
El congresista aprista Javier Valle Riestra en cambio, discrepó abiertamente de la posición de su partido y en una alocución básicamente jurídica que recibió el aplauso de los congresistas asistentes, puntualizó que la propuesta era improcedente porque el Pacto de San José señalaba claramente que los países que habían abolido la pena de muerte, no la podían restaurar.
Al borde de la medianoche y luego de otras 16 exposiciones más, la promesa de campaña del presidente García, que en las últimas semanas había recibido el rechazo de constitucionalistas y juristas, así como de la Defensoría del Pueblo y que de aprobarse habría ocasionado serios problemas al país dentro del Sistema jurídico internacional; fue enviado definitivamente al archivo, sin chance a regresar a las comisiones de Justicia y de Constitución.