¿Qué se puede esperar de un congresista cuyo correo electrónico es tiococa33@hotmail.com? El humalismo parece no haber aprendido la lección de la nefasta experiencia que tuvo con Nancy Obregón. Esta vez, designaron como miembro de la Comisión de Defensa a Walter Acha, exdirigente cocalero, exbrazo derecho de Nelson Palomino y denunciado por delito de violación, entre otras perlas.
Acha, según sus propias palabras, aspira a seguir el modelo boliviano y lograr que el movimiento cocalero llegue a tener un brazo político en el Congreso con hasta 30 parlamentarios.
“Ahorita lo que nosotros estamos intentando es crear un brazo político a nivel nacional, no solamente integrado por cocaleros sino por todos los gremios. En el año 2011 vamos a intentar tener entre veinte y treinta congresistas en el Parlamento peruano. En resumidas cuentas, estamos siguiendo el camino de Bolivia porque si no llegamos al poder siempre vamos a ser marginados y satanizados”.
Esto lo dijo en una entrevista en enero de 2009 en Barcelona, durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos, cuando se desempeñaba como subsecretario general de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios de las Cuencas Cocaleras del Perú (Conpaccp). Sus declaraciones figuran en la página web de dicho foro.
Un año después, en febrero de 2010, volvió a referirse al tema, pero señaló que este “brazo político” recién podría concretarse en 2016. “El gremio cocalero ha hecho un análisis que es necesario tener un brazo político porque este problema de la coca no es un tema social sino político[…] Con miras a 2016 porque ya es muy prematuro para poder nosotros participar en las contiendas electorales distritales y presidenciales”.
Por aquel entonces ya había recibido la oferta de Gana Perú de postular como candidato al Congreso por Ayacucho.
Tras ser elegido, en mayo de 2011, Acha reconoció que parte de la producción cocalera iba al narcotráfico. “Nosotros vendemos a Enaco y también a coqueras o tronqueras, que son las que nos compran a mejor precio. Ellos compran nuestra sobreproducción y no se puede negar que esto debe ir al narcotráfico”, dijo en aquella oportunidad a CPN Radio.
Meses después, en setiembre de 2011, la Policía Nacional detuvo a Miguel Ángel Espino Torres, acusado de tráfico de drogas.
Este sujeto dijo a los agentes que lo capturaron que era un cercano colaborador de Walter Acha. Sin embargo, el congresista negó que el detenido trabajase para él. “No podemos confundir a alguien que estuvo en la campaña haciendo pintas”, fue su descargo.
Ese mismo mes, Acha visitó en el hospital de Ayacucho a Freddy Córdova Bonifacio, acusado por la policía de ser presunto colaborador del narcotráfico, quien fue herido de bala en un enfrentamiento con agentes de una comisaría. El representante del humalismo admitió que visitó el hospital pero dijo que lo hizo porque como congresista debe velar por “los derechos humanos de todos”.
El Comercio llamó ayer insistentemente a Acha para conocer más detalles de su proyecto político, pero sus dos celulares estuvieron apagados. Otro que apagó su teléfono fue Tomás Zamudio, vocero de la bancada de Gana Perú.
DENUNCIA PENAL POR VIOLACIÓN
El Ministerio Público de Ucayali formalizó hace unos días, ante el Poder Judicial de esa jurisdicción, una denuncia penal contra el congresista Walter Acha por el presunto delito contra la libertad sexual – violación de personas con incapacidad.
Así lo informó Ronald Atencio Sotomayor, abogado de Idelia Calderón Ramos, exempleada del despacho parlamentario de Acha.
Ella denunció que había quedado embarazada luego de haber sido ultrajada por el legislador en febrero del 2012 durante un viaje de trabajo a Pucallpa.
El abogado explicó que la denuncia había sido archivada por una fiscalía provincial pero que posteriormente la Fiscalía Superior Penal de Ucayali ordenó que se denuncie al imputado.
Atencio señaló que ahora el expediente está en manos del Poder Judicial y que este tendrá que remitirlo al Congreso de la República para que levante la inmunidad a Acha y pueda ser procesado.
“Dentro de las múltiples pruebas que existen hay un correo electrónico que él [Acha] le envía [a la víctima] en donde le dice textualmente: ‘Sé que he cometido un delito, tenemos que conversar’. Porque como ella no le contestaba el teléfono, le envía un mail desde su correo institucional del Congreso de la República”, comentó.
En enero de este año, Alicia Talavera, expareja de Acha, lo denunció por no cumplir con pagar la pensión de alimentos para los tres hijos que tienen. Acha terminó la relación con Talavera al poco tiempo de ser elegido congresista. La pensión de alimentos era de S/.500. (Héctor Villalobos/Cortesía El Comercio)