El Comercio. Leonardo Agustín Inga Vásquez (55), actual congresista de Alianza Parlamentaria y ex alcalde de Yurimaguas (Alto Amazonas, Loreto, entre 1993 y 1998 y entre el 2003 y 2006), fue detenido e investigado por delito de narcotráfico en 1995. Esto luego de ser involucrado junto a su cuñado y un grupo de sus empleados personales en el envío de cargamentos de pasta básica de cocaína a Colombia, a través de las pistas de aterrizaje utilizadas por la mafia de la droga en aquella época, en la región del Bajo Huallaga.
Según documentos obtenidos por El Comercio, la polémica historia del hoy congresista empezó el 30 de octubre de 1995 en los alrededores de los distritos de Yurimaguas y Lagunas, ciudad natal de Inga Vásquez y de la que también fue alcalde en 1990. Aquella fecha, una avioneta colombiana cargada con droga se estrelló en la zona, que entonces era dominada por las firmas del narcotráfico. Luego del siniestro, la Policía Antidrogas ubicó la aeronave e incautó su contenido ilícito.
Las acciones de patrullaje permitieron hallar algunos restos de la droga en la avioneta siniestrada e intervenir a diversos pobladores involucrados en este caso. Uno de ellos fue Genrry Urrelo del Águila, un joven de 24 años que entonces laboraba como empleado de Inga Vásquez, el burgomaestre de Yurimaguas que por aquellos días se encontraba preparando su campaña para la reelección en el cargo. Urrelo y los demás detenidos fueron trasladados a la base antidrogas del lugar, tras la caída de la avioneta.
En los días siguientes fueron cayendo otros involucrados del entorno de Inga. Uno de ellos, Jesús Espinoza Archenti, era su chofer, y el otro, Tomás Sales Dávila, su cuñado y administrador de sus negocios. Sales llamó la atención entre los agentes porque registraba antecedentes por tráfico de drogas en otro caso.
Todos cayeron el 7 de noviembre de 1995, a cinco días de las elecciones municipales. Esa misma fecha la Policía Antidrogas también intervino a Inga Vásquez, entonces de 39 años. Sin embargo, al día siguiente el alcalde fue extrañamente liberado, incluso logró participar en los comicios e, increíblemente, ser reelegido.
La historia oculta
No se supo más de la investigación policial hasta ahora, que se revelan los pormenores del controvertido caso. El actual congresista fue involucrado en el atestado N°014 Seandro de Yurimaguas en 1995, junto con los capos de la droga Waldo Vargas ‘Ministro’ y Wilder Alvarado ‘Champa’.
En este documento se relataron los hechos que motivaron la captura de Inga por tráfico ilícito de drogas y la estratégica posición que ocupaban Yurimaguas y Lagunas (Alto Amazonas) en el convulsionado escenario del narcotráfico regional.
Según dicho atestado, el entonces alcalde de Yurimaguas en complicidad con su chofer Espinoza Archenti, con el conocimiento de su cuñado Sales Dávila y el apoyo de Urrelo del Águila, formaron parte de una mafia del “narcotráfico dedicada al acopio y transporte de pasta básica de cocaína (PBC) para fines de macrocomercialización a nivel internacional”.
En la documentación del caso se concluyó que Inga Vásquez habría dispuesto el uso de su vehículo, “un camión blanco de marca Ford 350, para que Espinoza transportara drogas hasta en dos ocasiones a la pista (aeropuerto) de Lagunas (distrito vecino a Yurimaguas) a fines de octubre de 1995”.
El documento indica que la droga, más de 30 sacos de PBC, fue cargada en una avioneta colombiana, la misma que se habría siniestrado el 30 de octubre de aquel año. El accidente permitió que la Policía Antidrogas desarticulara a la mafia e interviniera a Inga Vásquez y a otros.
Los agentes, la fiscalía y el juzgado también sindicaron a Sales Dávila, -basados en la confesión de uno de los detenidos- como el principal operador del burgomaestre, por tener conocimiento del transporte de la droga y por administrar las propiedades del alcalde en Lagunas y Yurimaguas.
Inga Vásquez es dueño desde aquella época de una ladrillera (en la que trabajaba su coinvestigado Urrelo), de un fundo ganadero y, desde hace pocos años, de una empresa de alquiler de maquinaria pesada y venta de materiales de construcción. Además, poseía un predio de 100 hectáreas en Arahuante (Lagunas).
La policía tenía en la mira a los predios cercanos al fundo de Inga desde julio de 1995, cuando destruyeron dos pistas aéreas clandestinas meses antes del siniestro de la aeronave. Los efectivos, sin embargo, reconocieron que no destruyeron la pista ubicada en Arahuante “por encontrarse en un tramo de carretera que conducía al caserío del mismo nombre”.
Esta era la complicada situación del entonces alcalde de Yurimaguas cuando la policía antidrogas llegó a su despacho y lo detuvo el 7 de noviembre de 1995. Según los documentos, Inga fue trasladado a la base policial para ser interrogado, aunque luego lo liberaron por motivos hasta ahora no aclarados y a pesar de que uno de los implicados confesó su responsabilidad y lo sindicó directamente.
No corrieron igual suerte Urrelo (estuvo preso), Espinoza y Sales; este hasta ahora registra el mismo domicilio de su cuñado. Todos fueron procesados en el mismo expediente y por delito de narcotráfico con un grupo de cabecillas de firmas de la droga en los 90. El resto de la historia es conocida, Inga fue reelegido alcalde de Yurimaguas en dos ocasiones más y el año pasado ganó una curul en el Congreso.
“Todo fue un ataque de la policía por mi éxito en la política”
El congresista Leonardo Inga Vásquez admitió ayer haber sido detenido por la policía luego de ser involucrado en un caso de tráfico ilícito de drogas en 1995. Dijo, sin embargo, que las autoridades nunca le encontraron responsabilidad por los hechos ocurridos entre octubre y noviembre de aquel año en las ciudades de Lagunas y Yurimaguas (Alto Amazonas).
“Todo fue un complot, un ataque de la policía en mi contra por el éxito que tenía en la política [en Alto Amazonas]. Estuve detenido, pero luego me soltaron. Además, tenían un testigo que fue obligado por la policía a acusarme, pero este se retractó de las imputaciones que lanzó en mi contra”, dijo el hoy legislador Inga Vásquez.
El ex burgomaestre también afirmó que el “complot” se extendió a su cuñado Tomás Sales Dávila y a sus empleados Jesús Espinoza Archenti y a Genrry Urrelo del Águila, quienes fueron detenidos y luego procesados. Cuando se le recordó que su cuñado tenía otro antecedente por tráfico de drogas, Inga Vásquez lo defendió: “hace varios años también lo acusaron, pero él es inocente”.
Negó además que su camión hubiera sido usado para transportar droga ya que en esa época estaba “malogrado”. Y confirmó que su predio en la zona de Arahuante-Lagunas (Alto Amazonas) estaba cerca de las pistas de aterrizaje clandestinas que la Dirandro destruyó meses antes de su detención. “Esas pistas estaban a un kilómetro, pero eso no me hace narcotraficante”, dijo.