El especialista en insumos químicos de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), Juan Malca, confirmó que los narcotraficantes ahora emplean en los laboratorios rústicos la sal de cocina, la lejía y otros elementos no fiscalizados para acelerar la producción de la droga.
Como se recuerda, el 15 de mayo, los agentes especializados del Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas (DEPOTAD) de Tingo María destruyeron dos laboratorios clandestinos de fabricación de estupefacientes y se encontró gran cantidad de sal que suplía al ácido sulfúrico.
Al respecto, Juan Malca explicó que según la ley existen 27 insumos químicos que están sujetos a control. Por eso, para evitar ser detenidos emplean otro tipo de elementos y así eludir a las autoridades.
De acuerdo a la norma, para que las personas naturales y jurídicas puedan utilizar los insumos químicos, deberán obtener primero un certificado de usuario expedido por la Policía Nacional del Perú (PNP).
Antes se deberá realizar un proceso de verificación de la ubicación física del establecimiento donde se desarrollará la actividad o el negocio. La policía, en coordinación con el Ministerio Público, deberá supervisar las medidas de seguridad para el adecuado manejo de los elementos.
Además de los insumos no fiscalizados como la lejía y la sal, los productores de droga utilizan elementos como la gasolina y derivados del petróleo, que reemplazan el kerosene, cuyo uso está restringido.