Conferencia Episcopal Peruana reclama compromiso con la amazonía peruana

El presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Miguel Cabrejos reclamó mirar a la Amazonía no sólo como un concepto, o como una fuente inagotable de recursos, sino como un espacio geográfico donde habitan seres humanos, peruanos, con una cultura propia desde tiempos inmemoriales, que valoran y protegen su territorio.

En comunicado alcanzado a esta redacción, el también Arzobispo Metropolitano de Trujillo, reflexionó sobre un año de la tragedia de Bagua  y precisó que el desenlace violento de este conflicto fue consecuencia de la falta de diálogo y entendimiento entre las partes afectadas por el tema de la posesión del territorio amazónico.

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Iglesia invoca que la tragedia del 5 de junio del 2009 jamás vuelva a repetirse en nuestro país

«La lamentable muerte de policías e indígenas nos debe hacer recordar hoy y siempre que la vida humana es un valor supremo que en cualquier circunstancia debe ser protegida y privilegiada. En este contexto, esperamos que los hechos del 5 de junio del 2009 jamás vuelvan a repetirse en nuestro país»  señala el prelado.

Monseñor Cabrejos recuerda asimismo que el diálogo suscitado después de estos lamentables sucesos posibilitó que se derogen dos de los principales decretos legislativos que motivaron la protesta de los pueblos amazónicos  y que en días recientes se apruebe en el Congreso de la República la Ley del derecho a la consulta previa, que reconoce el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados previamente sobre las medidas legislativas o administrativas que afecten directamente sus derechos colectivos.

Frente a ello  señala que la  Iglesia Católica saluda el camino enmendado por las autoridades e invoca al Poder Ejecutivo a que promulgue esta Ley con la finalidad de evitar nuevos conflictos.

Finalmente el prelado reclamó al gobierno un informe sobre la puesta en marcha de las recomendaciones  planteadas por el  Grupo Nacional de Coordinación para el Desarrollo de los Pueblos Amazónicos, cuyo trabajo culminó a principios de este año y en el cual participó activamente la Conferencia Episcopal Peruana.

Recordó en ese sentido a las autoridades, que los conflictos se gestan, por lo general, a partir de las tareas no asumidas o por la falta de voluntad política para llevarlas a cabo.

El presidente de la Conferencia Episcopal Peruana concluye su  reflexión señalando que el orden social y la conjunción de mentes y corazones en objetivos nacionales no se imponen por la fuerza, sino que se alcanzan con la justicia, la inclusión y el diálogo. «Quiero expresar una vez más que la paz es el fruto de la justicia, como dice el Salmo 85,11: [El amor y la verdad se encontrarán, la justicia y la paz se abrazarán]; y que el fin de toda actividad humana es y ha de ser siempre el bien integral para todas y cada una de las personas» concluyó.