Representantes de las Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) de 115 países, y un total de 330 delegados, se reunieron la semana pasada en Lima a puerta cerrada para concordar futuras acciones en el 22 Plenario Mundial del Grupo Egmont.
“No fue una reunión para congratularnos, sino para identificar las áreas que hay que mejorar”, indicó Sergio Espinosa, jefe de la UIF peruana y anfitrión del importante evento. El primer ministro René Cornejo dio el play de honor.
Las Unidades de Inteligencia Financiera se dedican a rastrear la ruta del dinero del crimen organizado a nivel mundial. El Grupo Egmont de Unidades de Inteligencia Financiera se constituyó en Europa en 1995, y es llamado así por el nombre del castillo en Bélgica donde celebró su primer Plenario.
INFORME DE INTELIGENCIA FINANCIERA
Los Informes de Inteligencia Financiera emitidos por la UIF-Perú desde enero de 2007 a abril de 2014 involucran un total de US$ 9,614 millones. En cuanto al monto involucrado por delito precedente en los IIF, la mayor participación la tiene el tráfico ilícito de drogas (54%), seguido de minería ilegal (30%), defraudación de rentas de aduanas / contrabando (3%), corrupción de funcionarios (2%), defraudación tributaria (2%) y estafa o fraude (2%).
El Perú se sumó a la iniciativa en 2005, “y ha sido un miembro activo y destacado desde entonces”, afirmó Murray Mitchell, presidente del Grupo Egmont, y director del Centro de Inteligencia Financiera de Sudáfrica.
Los delitos de narcotráfico y el lavado de dinero son intrínsecamente internacionales. Y el Perú, principal productor de cocaína del mundo, y exportador de oro ilegal, entre otras trapicherías, es un epicentro del crimen internacional.
Desde el 2007, la UIF Perú ha reportado un total de US$ 9,6 mil millones relacionados con operaciones sospechosas, US$ 5,2 mil millones vinculados con el narcotráfico y US$ 2,8 mil millones con la minería ilegal. Pero aún hay muchas tuercas por ajustar.
Espinosa, superintendente adjunto de la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú, aprovechó el breve encuentro con las cámaras para demandar al Congreso que apruebe la Ley que faculta a su Unidad (adscrita a la SBS), acceder al secreto bancario y reserva tributaria de individuos u empresas con Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS).
El Perú ya ha sido advertido por el Gafisud –órgano de supervisión de la IUF en América Latina–, en enero pasado, que el Congreso debe conceder esa facultad a la UIF. El proyecto de Ley al respecto se cuece en la Comisión de Economía del Congreso, pero aún no cuenta con los votos necesarios. En 2013, el Pleno rechazó un primer dictamen. Entonces Luis Bedoya de Vivanco (PPC) pegó el grito en el cielo. Esta vez, el opositor más locuaz es Carlos Bruce, tan transparente en cuanto a la unión civil.
La lucha contra el crimen organizado demanda la coordinación estrecha entre las Unidades de Inteligencia, la Policía, el Ministerio Público, el Poder Judicial, y sus pares en el mundo.
El 2013, la colaboración de la UIF de Costa Rica con la peruana permitió develar en pocas semanas la ruta del dinero del caso Ecoteva que compromete al expresidente Alejandro Toledo. A su vez, la falta de cooperación del Fiscal de la Nación, José Peláez, provocó el colapso del proceso por lavado de activos contra los Sánchez Paredes, en Nueva York.
En el 22 Plenario del Grupo Egmont se aprobó el Plan Estratégico 2014 – 2017, se expulsó a Siria y se incorporaron las UIF de Angola, Brunei, Chad, Ghana, Jamaica, Namibia, Saint Maarten y Tanzania.
El Perú suscribió acuerdo bilateral de cooperación con el propio Vaticano. En Roma también se cuecen habas, léase, el Banco del Vaticano. El director de la flamante UIF vaticana fue considerado el más poderoso del mundo: “El único que se tumbó a un papa”, fue la broma más celebrada.