Comunidades indígenas piden apoyo internacional ante el Covid-19

La Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio) solicitó apoyo económico de emergencia a la cooperación internacional para que los comuneros puedan acudir a los centros de salud ante un posible contagio del Covid-19 (Coronavirus). Denunciaron que mas del 60% de las comunidades carece de postas y, las que existen, están desabastecidas, no cuentan con equipos ni medicamentos y difícilmente aplican el enfoque intercultural.

Esto hace necesario que los comuneros que presenten una emergencia de salud, tengan que ser trasladados para llegar al servicio de salud más cercanos y brindarles acompañamiento. «Por ello hacemos una llamada de apoyo económico de emergencia a la cooperación internacional, para que las comunidades puedan costear el combustible que les asegure su transporte, hacia los puntos de atención de salud», señalan.

La Orpio aseguró que la distancia de una comunidad a la posta médica más cercana puede tardar como mínimo entre 6 a 8 horas; mientras que desde las comunidades más alejadas —donde incluso el Ministerio de Salud y la Dirección Regional de Loreto no pueden llegar— el viaje tarda tres días o más.

Piden cumplir medidas de prevención

En el comunicado, la red indígena expresó su preocupación por la salud de los pueblos indígenas de la región Loreto y el Perú, debido a la situación que enfrenta el país ante el avance de la pandemia covid-19. Al cierre de la nota, el Perú registraba 416 personas con coronavirus y siete fallecidas. Después de Lima (322) y Piura (19), Loreto (16) se ubica como la tercera región con más casos reportados a nivel nacional.

Ante ello, la Orpio hizo un llamado a sus federaciones bases y a todas las comunidades indígenas amazónicas a cumplir y acatar todas las recomendaciones y medidas sanitarias difundidas por el gobierno con el fin de «evitar que esta enfermedad llegue a nuestras comunidades y así proteger a nuestras familias».

Asimismo, siguiendo la recomendación de Aidesep y Coica informaron que prohibirán el ingreso de foráneos para evitar cualquier tipo de contagio, a excepción de personal de salud y autoridades.

Víctimas de la desigualdad

Luego de expresar su rechazo al hecho de que algunas empresas, aún en tiempos de cuarentena, obligan a los comuneros indígenas a trabajar, la Orpio denunció que los pueblos indígenas de Loreto viven en la desigualdad y la vulnerabilidad constante a causa de las amenazas ambientales.

Esta situación los habría dejado en desabastecimiento natural de alimentación y seguridad en sus territorios, por lo que exigieron la modificación del Sistema de Focalización de Hogares (Sisfoh) a fin de que «nos consideren a nosotros los ciudadanos indígenas como poblaciones vulnerables». En ese sentido, solicitaron al gobierno el aumento de los test de descarte de la infección y su aplicación en las ciudades amazónicas, lo más cerca de las comunidades; así como la difusión y socialización de las medidas de prevención en lenguas indígenas.

Del mismo modo, la ORPIO pidió que el Gobierno de Loreto, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Salud, rechacen y sancionen cualquier acto discriminatorio y racista hacia los comuneros indígenas que podrían ser diagnosticados con covid-19. Como informó en Servindi, el 18 de marzo, la noticia de un líder amazónico infectado con esta pandemia produjo una ola de reacciones discriminatorias y racistas en las redes sociales, acto que fue rechazado inmediatamente por diversas organizaciones indígenas.

Por último, la red indígena Orpio exigió que el Estado brinde las garantías por la integridad de los pueblos en aislamiento y contacto inicial en las reservas territoriales y reservas indígenas en trámite; así como las comunidades en las reservas comunales y parques nacionales. Para ello, las diversas entidades públicas que tienen responsabilidad sobre estas áreas, como el Ministerio de Cultural, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y Ministerio Salud, deberán coordinar con las organizaciones indígenas vecinas.

 

Fuente: Servindi