Comunidad nativa de Queros ofrece atractivos de turismo vivencial en Madre de Dios

Ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Puerto Maldonado, la comunidad nativa de Queros ofrece el acceso a un tipo de turismo vivencial muy especial y valorado en estos tiempos de modernidad y alta tecnología, acercando al visitante a un escenario ecológico que le permite mirar al pasado y reflexionar sobre su futuro, y compartir la perspectiva de los pueblos originarios de la amazonía.

Fueron miles los visitantes que llegaron a Madre de Dios durante la semana de festividades por el aniversario de su capital, de ellos un buen número se dio cita en la comunidad nativa de Queros, permitiéndose compartir momentos memorables con los pobladores locales, quienes además del castellano mantienen en uso su lengua nativa, la Huachipaeri, y donde se puede degustar la comida y bebida típica del lugar.

Por ejemplo, el pacamoto, el masato, entre otros platillos de la zona, elaborados por las mujeres de Queros siguiendo las recetas de sus antepasados, y utilizando la carne de monte, así como pescados de río, yuca y otros alimentos que brinda la selva.

El lugar es ideal para aquellos turistas que practican la fotografía, pues presenta zonas paradisíacas, con gran presencia de flora silvestre, como pacas, helechos arbóreos, musgos y otras especies forestales, así como de la fauna integrada por sajinos, huanganas, venados, sachavacas, distintos tipos de monos, e incluso jaguares.

Se puede encontrar también lindas collpas de aves, donde es posible apreciar loros, guacamayos, paujiles, halcones, paucares, gallitos de las rocas, pavas de monte, palomas, entre otras especies igualmente, existen las collpas de mariposas, donde se puede ver una gran cantidad de ejemplares de diversos colores, tamaños, especies, géneros, etc.

El llamado Bosque de Ungurahui es uno de sus principales atractivos pues desde allí se puede mirar en vivo y en directo al famoso oso de anteojos, el cual puede trepar árboles y palmeras de gran altura, siendo un animal que actualmente existe en pocos lugares.

Los alrededores de la comunidad nativa es otro escenario con atractivos, como las parcelas demostrativas de plantas medicinales, donde se puede escuchar de boca de los propios campesinos las propiedades medicinales y mágicas de cada una de ellas, la forma como sus antepasados adquirieron esos conocimientos, así como absolver algunas dudas sobre determinadas dolencias.

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