Así como muchas comunidades de la zona, el poblado de Huayhuantillo, conformado por 440 habitantes, en su mayoría jóvenes y niños, ha comenzado a sentir los beneficios del progreso y desarrollo luego que decidiera años atrás dejar los cultivos de coca ilegal y apostar por cultivos lícitos con el apoyo del Programa de Desarrollo Alternativo, PDA.
Su nombre es en honor a un carrizo muy delgado, bastante parecido al bambú de la zona, una caña brava que servía a los agricultores para sus pequeñas construcciones. Esta ejemplar comunidad se encuentra ubicada a 34 kilómetros de la ciudad de Tingo María, en Huánuco.
Los esposos Ramón Aguilar y Antonieta Rojas llegaron a la comunidad cuando aún era selva virgen, caminaron desde Tingo María durante tres días y tres noches. Tras 57 años de permanecer en Huayhuantillo, hoy el cacao es su principal fuente de vida, les brinda ingresos económicos pero sobre todo estabilidad emocional, atrás dejaron la hoja de coca, un cultivo ilícito que los mantenía en vilo.
El sub mundo de la hoja de coca les costó muy caro, vivían con temor, con sobresaltos, bajo dos frentes, lo legal y lo ilegal, en ese momento dos de sus cuatro hijos fueron desaparecidos por la subversión, nadie dio razón de ellos.
Sin embargo, tras recibir el apoyo del PDA cambiaron el cultivo de la hoja de coca por el cacao, una planta totalmente legal que les genera buenos ingresos económicos. Ahora viven felices, junto a sus dos hijos, quienes se han convertido en las autoridades y líderes de Huayhuantillo, uno de ellos es el teniente gobernador del lugar.
Huayhuantillo inició su cambio rotundo a partir del año 2000, los pobladores más jóvenes se reunieron y decidieron dejar por completo los cultivos de hoja de coca. Hoy esta comunidad es considerada como la cuna del cacao orgánico, gracias a los técnicos y profesionales del PDA, quienes visitan constantemente la zona.
La cuna del cacao orgánico cuenta con abonos ecológicos, como nos muestra Ramón y José Aguilar Rojas en su pequeño laboratorio del pueblo.
El pueblo ha logrado obtener el nivel más alto otorgado a las comunidades saludables. Por iniciativa de sus habitantes cuidan su entorno urbano y la naturaleza, una simbiosis que permite un buen manejo de sus desechos, de sus propias viviendas y de sus familias.
La tecnología e investigación están presentes, ellos manejan a la perfección una estación pluviométrica, miden diariamente la cantidad de precipitaciones en esta parte de la selva peruana, datos que les permite conocer las temporadas de sequía y lluvia, controlar sus cultivos y producción, tienen su propia antena parabólica y un teléfono satelital.
Los pobladores de huayhuantillo se reúnen cada semana para desarrollar diferentes actividades, cuentan con un árbol de sueños que les permite evaluar los proyectos que desean llevar acabo.
Para el concurso Selva Ganadora han presentando el proyecto: “Huayhuantillo verde y atractivo”, su meta es sembrar flores ornamentales en todo el camino de ingreso a la comunidad, quieren transformarse en pueblo turístico y ecológico.
Esta comunidad hace consumo directo de otros cultivos de sus chacras, el plátano, café y maíz forman parte de su alimentación diaria.