La comunidad campesina de Pillao, donde se construye el Complejo Hidroenergético del mismo nombre, en Huánuco, celebró su 78 aniversario con diversas actividades que comenzaron el 7 de diciembre y culminaron el último domingo, día central de los festejos.
Los lugareños y los visitantes de las zonas aledañas disfrutaron de presentaciones artísticas, desfiles, ferias agropecuarias, gastronómica y artesanal, y, asimismo, alentaron a viva voz a los competidores de las actividades deportivas desarrolladas en la comunidad como: una maratón, ciclismo, motocross, entre otros. Las celebraciones llegaron a su máxima expresión con la realización de una gran fiesta comunal.
A diferencia de otros años, en esta oportunidad las conmemoraciones de la comunidad estuvieron marcadas por el optimismo de su gente en el futuro cercano como consecuencia de los notables avances que se viene registrando en los diferentes caseríos debido a la presencia de la empresa Odebrecht Perú, encargada de construir el megaproyecto hidroenergético.
El presidente de la comunidad campesina, Jesús Malpartida Callán, destacó la llegada del agua potable, la mejora de los caminos, la implementación de nueva infraestructura educativa y el acceso a nuevas formas de comunicación “lo que está sirviendo para darle a los pobladores, especialmente niños y ancianos, una mejor calidad de vida”.
En otro momento de su discurso, Malpartida explicó los dos posibles orígenes del nombre Pillao, que hoy resuena no solamente en el Perú sino también a nivel internacional porque se le vincula directamente con el espacio geográfico en donde se construye la séptima central hidroenergética más grande del mundo.
“Unos dicen que en esta zona había unas aves de color negro, cuyo cántico era ‘pillao, pillao, pillao’. Se dice que sus cantos pronosticaban desgracias y por eso los pobladores acabaron con ellos. Hoy no queda ninguno”, explicó el dirigente ante un atento auditorio.
Posteriormente, explicó la otra versión: los primeros pobladores de Pillao vivían en el cerro de Marcapunta y en épocas de cosecha, de los lugares vecinos venían unos pillos a saquearlos. “Entonces, la comunidad se organizó para defender su producción. Se vistieron de rojo, se armaron con palos y latas, se pintaron la cara de rojo y así pudieron defender sus cosechas. Así nace también la danza típica de Pillao”, explicó.
Por su parte, la empresa Odebrecht Perú se hizo presente en las celebraciones con diversos e importantes donativos, algo que fue destacado por la comunidad y por el propio Malpartida, quien manifestó que este tipo de apoyo lo vienen recibiendo desde hace un buen tiempo.