El Banco Interamericano de Desarrollo (BID, por sus siglas en inglés) presenta el informe «Cómo llegar a cero emisiones – Lecciones de América Latina y el Caribe».
Dicho informe, muestra que lograr cero emisiones no solo es necesario para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, sino también es técnicamente posible y puede generar muchos beneficios económicos en la región.
Cómo llegar a cero emisiones, es producto de una reflexión sobre las emergencias ecológicas y climáticas a las que nos enfrentamos a nivel mundial.
Como se sabe, las Naciones Unidas afirma que hasta 1 millón de especies se encuentran actualmente en riesgo de extinción debido a la actividad humana.
Por ello, se requieren acciones transformativas inmediatas y sostenidas hasta el 2050, para garantizar que el mundo limite el calentamiento global a 1.5 grados Celsius.
El BID, presentó el documento teniendo en cuenta que América Latina y el Caribe, conocida por ser la región con mayor biodiversidad del mundo, es una de las más vulnerables a los efectos del cambio climático.
Por ende, el futuro desarrollo de la región «depende de nuestra capacidad para transformar su vía de desarrollo de forma fundamental».
«Los países de nuestra región están demostrando que los esfuerzos para enfrentarlo podrían ayudar a activar nuevos motores para el desarrollo sustentable», se lee en el prólogo del informe.
«Pensar en la acción climática como una elección para fomentar el desarrollo es fundamental ya que hasta ahora los esfuerzos globales para detener el cambio climático han sido insuficientes», continúa el texto.
Una oportunidad económica
Para el BID se ha estado analizando el problema climático a través del lente equivocado, al hablar de la reducción de emisiones de gases efecto invernadero (GEI) como un costo en lugar de una oportunidad económica.
«Varios países de América Latina y el Caribe están liderando el camino con estrategias de descarbonización a largo plazo que resultan en herramientas transformativas para guiar el desarrollo económico hacia un futuro más sostenible, resiliente, inclusivo, y competitivo», mencionan.
«La transición se basa en los tipos de trabajo que queremos en el futuro y no del número de trabajos. Se trata de desarrollar las industrias verdes del futuro, de reducir la contaminación del aire y la congestión en nuestras ciudades, y de ahorrar dinero en vez de imponer costos incrementales».
El informe señala también que la transición a emisiones netas cero es posible produciendo electricidad sin emisiones de carbono; industria electrizante, transporte, calefacción y cocina; aumentando la provisión de transporte público y no motorizado. Como trabajando en el manejo y regeneración de sumideros de carbono natural; mejorando la eficiencia en el uso de los recursos y reduciendo el desperdicio y minimizando la intensidad de carbono en la construcción y las dietas.
Además, el informe afirma que las estrategias a largo plazo pueden guiar el diseño de las NDCs más ambiciosas y ayudar a los gobiernos a anticipar costos y gestionar compensacione «asegurando una transición justa para llegar a cero emisiones que, al mismo tiempo, identifique reformas políticas inmediatas y prioridades de inversión necesarias para alcanzar dicha transformación».
El BID, por su parte, se ha asegurado en continuar apoyando la implementación de sus compromisos bajo el Acuerdo de París, con el objetivo de lograr un desarrollo más sostenible e inclusivo que mejore las vidas de todos.
Con información del BID y DDPLAC, publicado en: https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/C%C3%B3mo_llegar_a_cero_emisiones_netas_Lecciones_de_Am%C3%A9rica_Latina_y_el_Caribe.pdf