¿Cómo la conservación del bosque se transforma en incentivos económicos mientras se mitigan los efectos del cambio climático?

DÍA DE LA TIERRA. En todo el mundo el legado de millones de familias es proteger el bosque. Un arduo trabajo debido a los efectos del cambio climático, las actividades extractivas, entre otros factores que impactan cada vez más rápido en los ecosistemas y atentan contra la vida de quienes se han dedicado por décadas a su protección. 

La selva de Madre Dios es una región que pertenece a la cuenca del Amazonas, conocida a nivel mundial como la capital de la biodiversidad, y al mismo tiempo, el lugar donde coexisten distintas economías ilícitas que acechan día a día la superficie forestal, como la tala ilegal y minería aluvial de oro.  

Cambio climático en Madre de Dios

De acuerdo al Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), se estima que en Madre de Dios la deforestación minera ha provocado la desaparición de 16.000 hectáreas de bosque en los dos últimos años. De esta cifra, el 70% de pérdida está vinculada directamente a la minería de oro (11.200 hectáreas), mientras que la deforestación restante está asociada a otras actividades extractivas que abarcan principalmente la expansión agrícola y la construcción de carreteras (4.800 ha).

Datos: ACCA/MAAP

Dichas actividades impactan directamente en la capacidad de los ecosistemas forestales para capturar carbono en los diferentes tipos de bosques y contribuyen al desarrollo poblacional de las 6.809 especies de plantas vasculares, 256 especies de mamíferos, 1.212 especies de aves, 143 especies de reptiles, 183 especies de anfibios y 272 especies de peces, que registran en Madre de Dios. 

En medio de ese panorama, los árboles de castaña, un fruto seco que crece en la congruencia de Bolivia, Brasil y el sur del Perú, se ha vuelto un importante recurso económico para mitigar los efectos del cambio climático pese al aumento de invasores de tierras y taladores ilegales, y por ende, la caída de su precio en el mercado. Una situación que actualmente ha reducido considerablemente los ingresos de las familias castañeras de Madre de Dios. Pues, hasta hace cuatro años, el 67% del total de las ganancias anuales de las familias productoras de castaña se basaba en la producción de este recurso. 

Marco Antonio Holgado Inquiltupa, socio concesionario del Proyecto REDD+ Castañeros. Foto: Inforegión

Castañeros forestales

Hasta 2018, el país estaba posicionado como el segundo país exportador de castaña, llegando a comercializar 5.8 millones de kilos de castaña por un valor de más de USD 64 mil millones al año, pero con los años esto cambió. Un estudio realizado, en julio de 2021, por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reveló que la importación de castaña brasileña y boliviana empezó a superar al país debido a los altos costos operativos locales y la baja productividad de los árboles. 

No obstante, a la fecha, la castaña todavía representa el principal sustento económico del 20% de la población madrediosense, es decir, entre 15.000 y 20.000 ciudadanos.

El Proyecto REDD+ Castañeros es una iniciativa de Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los bosques, desarrollado por la empresa Bosques Amazónicos (BAM) que ofrece asistencia técnica y legal a cerca de 600 socios castañeros pertenecientes a la Federación Departamental de Castañeros de Madre de Dios (Feprocamd), con el objetivo de incrementar sus capacidades y mejorar la calidad de sus producciones en torno a la conservación y el manejo sostenible de sus concesiones de castaña con capacitaciones permanentes, entre otras actividades. 

Productores castañeros reciben soporte legal y técnico para reducir los riesgos ante posibles invasiones y taladores ilegales. Foto: Inforegión

Beneficios por conservar

En esa línea, este brinda beneficios económicos a sus socios concesionarios, los cuales se generan a partir del trabajo de conservación por parte de los mismos productores castañeros al evitar que se emitan a la atmósfera gases contaminantes por la deforestación de los bosques.

Tras demostrar que las actividades de conservación realizadas están generando un impacto positivo en el bosque y el ambiente, las reducciones de emisiones de carbono certificadas (convertidas en créditos de carbono) se comercializan, a través del desarrollo de un proyecto, en el mercado internacional para luego buscar usuarios interesados en invertir en la compensación de huellas de carbono. 

A partir de ahí, con los ingresos obtenidos de la venta de créditos de carbono, se cubren los costos requeridos para continuar realizando monitoreos, talleres y asesorías realizados, por parte del equipo del Proyecto REDD+ Castañeros, en favor de los 585 socios y sus concesiones castañeras y forestales, quienes reciben un porcentaje de dichas ganancias, las cuales representan hoy en día un ingreso directo de su trabajo de conservación. 

Más de 200 concesionarios castañeros recibieron el beneficio económico durante los días 17, 18 y 19 de abril. Foto: InforegiónEsta semana más de 200 castañeros accedieron a la cuarta entrega de beneficios económicos del año, tras reducir la deforestación por medio de la conservación de los castañales. Para el actual periodo, BAM tiene previsto efectuar dos entregas de beneficios adicionales en los siguientes meses. 

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