Hoy es el Día Mundial del Agua y nuestro planeta se merece que lo celebremos en el mundo entero. En realidad, todos los seres vivos nos lo merecemos porque agua es sinónimo de vida. ¿Cómo ahorrar agua en el hogar? ¿Acaso podemos celebrarlo mejor que comenzando por casa?
Ahorrar agua en nuestro hogar es algo que podemos hacer todos los días del año, no nos cuesta nada y nos beneficia demasiado. No olvidemos que el agua potable es un privilegio que debemos preservar.
¿Cómo ahorrar agua en el hogar?
Ahorrar agua es muy fácil. Si nos lo proponemos, podemos reducir nuestro consumo de agua casi hasta en un 40%. Y estaremos contribuyendo con nuestro planeta, con una fuente de vida que no sólo nos beneficia a nosotros sino también a todo el globo terráqueo.
Regular la presión: Los aparatos sanitarios están concebidos para recibir una determinada cantidad de agua. En algunos hogares, el agua fluye a una presión mucho mayor a la necesaria.
Dejar los grifos abiertos significa gastar unos 7 litros de agua por minuto demás. Es posible instalar un reductor de presión entre el medidor y el equipo sanitario. Es posible y no es caro. De todos modos, será mejor que la instalación la realice personal especializado.
Aireador para reducir el flujo de agua: El aireador se fija entre la junta y el grifo cromado. Es un dispositivo de muy bajo costo, dependiendo de la marca, y el flujo del grifo entre 6 y 8 litros e inclusive más, dependiendo de los modelos. La presión sigue siendo idéntica y con este sistema se puede ahorrar un 40% del consumo de agua.
Válvulas termostáticas: El tiempo que dedicamos a ajustar la temperatura del agua hace que estemos perdiendo casi el 15% de consumo de agua para una ducha y un 5% para un baño. La instalación de una válvula termostática permite fijar la temperatura del agua gracias a las graduaciones y a los grados. Algunos dispositivos también ofrecen la posibilidad de fijar la velocidad en 8 litros por minuto.
Duchas tónicas y económicas: Si nos gustan las duchas energizantes, optemos por los duchadores. Estas “mangueras” manuales se fijan con flexibilidad y fraccionan las gotas de agua. Son muy eficaces porque multiplican la superficie del agua en contacto con la piel.
Es todo tan simple. Sólo es una cuestión de conocer la importancia del agua. Pensemos que con un baño estamos gastando de 120 a 200 litros de agua, con una ducha gastamos de 20 a 60 litros, un lavavajillas gasta entre 20 y 40 litros, una lavadora gasta de 60 a 80 litros y sólo al lavarnos las manos con agua corriente gastamos entre 10 y 15 litros de agua.
El agua es un recurso que la naturaleza nos ha regalado. Un don, casi un milagro que nos permite seguir vivos. Ya sabemos que podemos resistir sin comer pero jamás podríamos resistir sin beber agua. ¿Cómo no preservar algo que la naturaleza nos brinda sin pedirnos nada a cambio? Lo mínimo que podemos hacer es cuidarla, preservarla, no contaminarla, no derrocharla y cooperar con la naturaleza.
Recordemos que cuidar el agua está en nuestras manos y que podemos hacer mucho.
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