La Comisión de Alto Nivel del Museo de la Memoria, que preside el escritor Mario Vargas Llosa, decidió cambiar el nombre del proyecto por el de «Lugar de la Memoria», al considerar que se trata de una denominación que refleja una visión más cabal de los hechos ocurridos en las décadas de los ochenta y noventa, en que Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru acabaron con la vida de miles de peruanos.
«La palabra museo se asocia a una institución que preserva el pasado. Nosotros no queremos que el Lugar de la Memoria sea un reconstrucción de la violencia en el Perú, queremos dar una visión más cabal, más justa, más exacta del hecho histórico», manifestó Vargas Llosa a la prensa.
En tal sentido, dijo que dicho lugar contendrá las experiencias de todas las personas que, sin excepción, fueron víctimas de la intolerancia y del radicalismo .
«De todas las víctimas sin excepción, de todos los peruanos que sufrieron violencia, que fueron atropellados, torturados, que desaparecieron, que perdieron sus bienes o que fueron objeto de acoso y chantaje por la intolerancia fanática del terrorismo, o por quienes creían que se podía combatir el terrorismo con el terror», subrayó el escritor.
Explicó que este Lugar de la Memoria debe servir a todos los peruanos para que reflexionen sobre cuánta responsabilidad se tuvo en los hechos violentos que ocurrieron en el pasado.
Lanzan concurso para construcción del Lugar de la Memoria
El presidente de la Comisión de Alto Nivel para Lugar de la Memoria reveló también las fechas y detalles del concurso de ideas arquitectónicas para el diseño de la sede del antes llamado Museo, en el distrito de Miraflores.
Vargas Llosa enfatizó que el proyecto arquitectónico deberá satisfacer la exigencia de construcción de un lugar destinado a la dignificación de todas las víctimas, la reflexión de la trágica experiencia generada por el terrorismo y la promoción de la reconciliación entre los peruanos.
El escritor reiteró que la futura institución no servirá de cobijo para ningún tipo de agenda política, ni menos para atenuar el repudio del terrorismo o denigrar a las Fuerzas Armadas.
Distinguiendo entre las críticas formuladas por sectores fanatizados y las reservas de ciertos ciudadanos mal informados, el presidente de la Comisión se dijo persuadido de que el trabajo y sus resultados finales terminarán por convencer a los actuales detractores de buena fe.
También afirmó que el futuro Lugar de la Memoria deberá reflejar el grave error que consistió en creer “que se podía combatir el terrorismo con terror”.