Combaten el desperdicio alimentario durante confinamiento

Las causas del desperdicio alimentario en los hogares se debe fundamentalmente a la falta de planificación, compras compulsivas, escaso orden (olvidarse del consumo de productos perecederos con fecha de caducidad o de consumo preferente), inadecuada conservación de los mismos, cocinar cantidades excesivas, envases abiertos cuyo contenido no es utilizado en su integridad, etc.

Por eso es necesario revisar la despensa y la nevera, consumir antes los productos más antiguos, hacer una lista de la compra con lo necesario, ajustar las raciones al número de comensales y aprovechar las sobras para elaborar nuevos menús. Por ello, si bien es necesario mantener un consumo responsable durante todo el año y evitar el desperdicio alimentario, ahora se hace más prioritario que nunca.

Algunos datos de la FAO:

  • El volumen mundial de despilfarro de alimentos se calcula en 1600 millones de toneladas en el «equivalente de productos primarios». El despilfarro total de los alimentos para la parte comestible de este volumen equivale a 1300 millones de toneladas.
  • La huella de carbono del despilfarro de alimentos se estima en 3300 millones de toneladas equivalente de CO2 de gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera por año.
  • El volumen total de agua que se utiliza cada año para producir los alimentos que se pierden o desperdician (250km3) equivale al caudal anual del río Volga en Rusia, o tres veces el volumen del lago de Ginebra.
  • Del mismo modo, 1400 millones de hectáreas –el 28% de la superficie agrícola del mundo- se usan anualmente para producir alimentos que se pierden o desperdician.
  • Los países en desarrollo sufren más pérdidas de alimentos durante la etapa de producción agrícola, mientras que en las regiones de ingresos medios y altos, el desperdicio tiende a ser mayor a nivel del comercio al detalle y el consumo.
  • El 42% del desperdicio se produce en los hogares, representando las frutas, verduras y pan fresco los alimentos sin preparar que más se tiran.
  • Desperdiciar alimentos supone un impacto en el medio ambiente y una enorme pérdida de recursos como agua, superficie agrícola y energía, además de tiempo, dinero y mano de obra

 

Fuente: Sogama