El comandante PNP Wenceslao Eduardo Núñez Toledo, confirmó al diario El Comercio que pretendieron sobornarlo hasta en dos oportunidades para suspender sus pesquisas en torno a un presunto desvío de 200 toneladas de insumos químicos al narcotráfico que involucra a los hermanos Sánchez Paredes, investigación que, indicó, corre el riesgo de ser archivada.
Como se recuerda, en marzo de 2007, en Cajamarca, Núñez Toledo y otros efectivos determinaron que la empresa Fortucal (de propiedad de Fortunato Sánchez Sánchez, hijo de Wilmer Sánchez) distribuía y vendía insumos químicos y que los libros de salidas e ingresos de insumos químicos de la empresa Comarsa, de Orlando Sánchez Paredes, registraban un grueso faltante de óxido de calcio y de otros insumos químicos más.
Presiones y soborno
El oficial, especializado en la investigación sobre insumos químicos y su desvío al narcotráfico, detalló que tras la denuncia al presidente de Comarsa, Orlando Sánchez Paredes y a su hermana Amanda Sánchez Paredes, empezaron las presiones a través de los representantes del Ministerio Público de la zona quienes lo amenazaron y exigieron inútilmente que entregara los libros al representante legal de Comarsa.
Asimismo arreciaron las amenazas de muerte contra el y su familia, así como los seguimientos, reglaje y hasta denuncias en su contra.
Núñez Toledo cumplió con informar de todas las acciones y presiones recibidas tanto al ministro del Interior Luis Alva Castro como a la fiscal de la Nación Adelaida Bolívar.
Tras las presiones de la fiscalía llegaron los sobornos de la empresa. El oficial relató que cuando redactaba el atestado incriminatorio contra Comarsa y Orlando Sánchez Paredes, el abogado de la empresa, Reynaldo Pavia Díaz, le ofreció 20 mil dólares a él y 10 mil al resto del personal policial, a cambio de que no denunciara a su cliente.
No contentos con ello, meses después, otro abogado de la empresa, Jaime Siguas Zamora, volvió a intentar sobornarlo, esta vez con 100 mil dólares para que no siguiera investigando a sus clientes, en conversación que pudo, felizmente grabar para demostrar los argumentos vedados que viene empleando el clan de los Sánchez Paredes para frustrar la investigación sobre narcotráfico que enfrentan.