Conmemorando el Día Mundial de los Desaparecidos, este miércoles 31 de agosto se inaugura en Ayacucho la exposición LA CHALINA DE LA ESPERANZA, tejida dentro y fuera del país en nombre de los 15.000 desaparecidos en Perú durante el conflicto interno (1980-2000).
La exposición, que se exhibió a inicios de año en la Municipalidad de Lima, llega a Ayacucho, el departamento mas golpeado por la violencia, como un homenaje a las valientes mujeres de ANFASEP (Asociación Nacional de Familiares Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos de Perú) fundada en 1983, quienes nunca dejaron de trabajar por encontrar a su ser querido.
La muestra estará abierta desde este miércoles a las 7:30 p.m. en el Centro Cultural de la Universidad de Huamanga, Portal Nº 37, Plaza de Armas en Ayacucho.
La chalina ha sido tejida principalmente por familiares de víctimas de la violencia y otros ciudadanos en Huamanga, Huanta, Cayara, Rajalla, Chuschi, Cangallo, así como en Chimbote, Arequipa, y Lima.
Gracias a las redes sociales como Facebook y Twitter, la chalina ha sido tejida también en el Reino Unido, Austria, Holanda, Bélgica, Japón, Argentina, España, Turquía, Colombia y Canadá.
El magistrado español Baltasar Garzón –quien ordenó detener en 1998 al ex dictador chileno, Augusto Pinochet, y que lucha a nivel mundial por la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad– participa en la muestra con un texto donde se congratula de la iniciativa pública de la tejida de la Chalina de la Esperanza y hace votos por un mejor porvenir para los familiares de los desaparecidos.
También habrá una exposición de diapositivas del Perú de esos años con las imágenes del gran fotógrafo ayacuchano Oscar Medrano, Vera Lentz y Carlos Bendezú así como una muestra fotográfica de Marina García Burgos; ambas piezas curadas por la historiadora Morgana Vargas Llosa.
La Chalina de la Esperanza es un proyecto del Colectivo Desvela (desvela.pe) que busca dar a conocer el drama de los familiares de víctimas desaparecidas, utilizando un método de comunicación ancestral en el poblador andino, el tejido.
Desvela ha trabajado este proyecto con mujeres que han sido víctimas de la violencia durante los años de la guerra interna en el país o son familiares de desaparecidos quienes 30 años más tarde, siguen esperando justicia y una respuesta sobre el paradero de sus seres queridos.
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