La reprochable medida de los campesinos es en respuesta a la indiferencia demostrada por la población tocachina que está cansada de bloqueos, paros, marchas y otras demostraciones de protesta, pues saben que nada se ha logrado a favor de la población con la violencia.
Los propios cocaleros, tal vez avergonzados de su mal proceder, intentan distraer la atención y acusan a la Policía Nacional de colocar esos objetos punzo cortantes en el asfaltado.
En tanto, las tachuelas ya han causado serios daños a los neumáticos de buen número de vehículos ligeros, cuyos conductores han debido de echar mano a sus pobres ingresos para repararlos.