La reciente acción cívica realizada por la Presidencia del Consejo de Ministros en el Valle del Monzón no sirvió solamente para llevar asistencia en diversas especialidades a sus pobladores y afianzar la presencia del estado en la zona, sino también para unificar a los gremios cocaleros del Alto Huallaga, que ahora ya planean nuevas medidas de protesta en su afán de detener la erradicación de la hoja de coca que va directamente al narcotráfico.
Según señaló el dirigente de ese gremio en Tingo María, Alan Valdivia Beteta, en el marco de la acción cívica realizada en el Valle del Monzón, los cocaleros del Alto Huallaga plantearon a sus pares del valle del Monzón, una “alianza estratégica” que les permita actuar unificados en cualquier protesta por la reducción de cultivos de hoja de coca en sus jurisdicciones.
Valdivia Beteta relató que durante la visita que hizo al valle del Monzón para observar la acción cívica programada por la Presidencia del Consejo de Ministros, aprovechó para iniciar conversaciones con los dirigentes cocaleros de esa zona y formar la referida alianza estratégica, que buscaría unir objetivos y participar en movilizaciones, paros, huelgas y otras medidas de fuerza.
Las conversaciones estarían tan avanzadas que el dirigente precisó que la alianza estratégica de los cocaleros del Alto Huallaga con los del valle del Monzón se firmaría en breve en la ciudad de Huánuco.
Con ello, el dirigente no hizo sino reconocer una verdad conocida por todos: los gremios cocaleros no buscan conjugar esfuerzos para obtener mayor atención del gobierno y buscar el desarrollo de los pueblos inmersos en la problemática cocalera.
No, lo que buscan es reaccionar, si es necesario con violencia y dañando a la propiedad pública y privada, cada vez que el Estado realiza acciones para reducir el espacio cocalero en ambas zonas del país y cuya producción abastece en su totalidad a las mafias del narcotráfico para la producción de pasta básica de cocaína y clorhidrato de cocaína.