El primer día de la huelga indefinida de los agricultores cocaleros que tuvo como escenario la ciudad Tingo María se desarrolló sin ningún acto de violencia ni víctimas que lamentar. Los efectivos policiales y los miembros del Ejército lograron su objetivo de evitar que se produzcan desmanes en la zona. El presidente de la Central Nacional Agropecuaria Cocalera del Perú (CENACOP), Eduardo Ticerán, encabezó la movilización que estuvo conformada por más de tres mil manifestantes del valle del Monzón.
La protesta de los cocaleros no se inició a la medianoche como se había anunciado y las actividades en Tingo María habían transcurrido en un ambiente tranquilo y casi normal hasta pasado el mediodía de hoy lunes.
Pese a esta situación, el 80 % de las tiendas comerciales cerraron sus puertas, muchos de los propietarios decidieron acatar una directiva de sus dirigentes para apoyar la medida de fuerza por 48 horas a fin de evitarse mayores problemas.
Los directores de los centros educativos decidieron suspender las clases e hicieron regresar a sus casas a los estudiantes. Los transportistas prefirieron no recorrer las rutas al interior de la provincia, mientras que el 50% de los que trabajan en la ciudad laboró con normalidad.
Hasta las 10 y 30 de la mañana, sólo eran poco más de medio centenar los que se habían concentrado cerca de la plaza de armas. En ese momento se registró la primera movilización conformada por pobladores de pueblos jóvenes y asentamientos humanos juntos a un pequeño grupo de transportistas urbanos, comerciantes del mercado y algunos cocaleros que recién habían llegado.
Poco antes de la una de la tarde comenzaron a aparecer los primeros cocaleros provenientes del valle del Monzón y la movilización comenzó a tomar mayores dimensiones.
El dirigente Eduardo Ticerán encabezó la movilización de los cocaleros del Monzón, la cual según las primeras estimaciones superaban los tres mil manifestantes. Los cocaleros portaban banderolas, pancartas y gritaban arengas en defensa de la hoja de coca y en contra del gobierno. Luego de unos minutos llegaron hasta la plaza de armas, donde se instalaron con sus ollas comunes llenas de alimentos.
En su primer contacto con la prensa, Ticerán dijo que ya había logrado su primer objetivo, que era ingresar con cientos de campesinos cocaleros a Tingo María. Además, subrayó que persistirá en el diálogo y anunció que este miércoles estará en Lima para dialogar con el presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén.
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