Cocaleros de la Asociación «Saúl Guevara Díaz» de Tocache, base de la congresista Nancy Obregón, reclamaron la devolución de las cuotas mensuales que la dirigencia les obligó a pagar para comprar una propiedad que iba a ser la «casa de los cocaleros» pero que sin embargo, terminó a nombre del esposo de la congresista nacionalista.
En reciente Asamblea, los cocaleros de la Asociación eligieron a Luis Cabrera Llatas, actual regidor de la Municipalidad Provincial de Tocache, como presidente de su gremio, en reemplazo de Eladio Sánchez, conocido como «Pijuayo» y allegado a la parlamentaria.
Tras la elección, el primer encargo que la organización encomendó al flamante dirigente, fue justamente la devolución de las cuotas de cinco nuevos soles que les obligaron a dar mensualmente a cada uno de los agricultores cocaleros para la compra del local «La Shimba», que se convertiría en «La Casa del Cocalero».
En efecto, fuentes del propio gremio cocalero, señalaron que el local fue adquirido con esos fondos, sólo que la propiedad no se inscribió a nombre de la Asociación sino de Fabián Chávez, esposo de Nancy Obregón, quien además, cobraba un alquiler mensual de doscientos nuevos soles a la misma asociación cuyos miembros habían aportado obligatoriamente para su compra.
Este hecho se ha constituido ahora en el elemento central en los reclamos de los asociados y en la causa principal del gran rechazo que se observa en la zona hacia la congresista Nancy Obregón.
Ya nadie cree en ella
Precisamente sobre este tema, Aldo Ayala Coca, dirigente cocalero de Tocache y ex brazo derecho de la congresista Obregón en las épocas de las grandes huelgas cocaleras con marchas de sacrificio a Lima incluidas, aseguró que en Tocache, provincia que llevó a Obregón al Congreso, ahora ya nadie cree en ella.
Ayala Coca, explicó que tanto los agricultores cocaleros, como la población en general, perciben que la congresista se ha olvidado totalmente de los intereses y problemas de la provincia y cuestionan la utilización política que ha hecho del gremio cocalero.
«Los campesinos cocaleros fuimos utilizados por las señoras Elsa y Nancy para sus fines políticos, creo que un dirigente debe tener sus principios, es muy probable que por todo ello, quizás no haya participación en las huelgas» sostuvo Ayala, un dirigente muy allegado a Nancy Obregón y que tiene sus hectáreas de coca en Santa Rosa de Mishollo, el mismo lugar de origen de la congresista.
El tema de la propiedad comprada con los aportes obligatorios de los agricultores cocaleros para convertirse en la «casa del cocalero» y que terminó en manos del esposo de la congresista ha sido, al parecer, la gota que rebalsó la paciencia de los tocachinos.
Ayala confirmó que la compra de la propiedad se realizó con la colaboración de todos los agricultores cocaleros pero que ahora, Nancy Obregón se niega a entregarla a la Asociación «Yo muchas veces le he dicho que ya debe entregarla, esa casa es de los cocaleros que colaboraron para comprarla» explicó.
El ex dirigente señaló que este tipo de acciones irregulares, junto con la utilización política del campesinado, ha hecho que la dirigencia cocalera pierda fuerza. «El agricultor ya se dio cuenta que esto es un engaño, ya sabe que solamente lo utilizan para sus fines políticos» recalcó.
Se enraizó el desarrollo alternativo
Pero no solo la dirigencia, todo el gremio cocalero ha perdido fuerza en Tocache. De acuerdo con Ayala Coca, una de las razones fundamentales de ello es que en la provincia «ya se enraizó lo que es el desarrollo alternativo».
«En Tocache los agricultores estamos muy divididos porque una buena parte ya han recibido el desarrollo alternativo y ellos ahora se niegan a participar en las huelgas y marchas cocaleras. Somos pocos en estos momentos. Ya no hay esa fuerza del año 2001, del 2004, se ha perdido esa fuerza en la provincia de Tocache» reconoció.
Cuestionó por ello el empadronamiento de los agricultores impulsado por las parlamentarias Obregón y Malpartida, porque los ha convertido en «presa fácil de la erradicación».
«Hay otras zonas, a nivel de cuencas cocaleras que no se empadronaron, no están reconocidas, existe coca en sus cultivos y no les erradican. Mi indignación es por qué no erradican en el Monzón, en Tingo María, en Aucayacu, por qué sí a nosotros en Pólvora en donde la erradicación está fuerte? se preguntó.
Pese a su insistencia en seguir cultivando coca, Ayala se mostró sin embargo, abierto a diversificar los cultivos y en buscar alternativas de desarrollo para la zona.
Para ello, demandó una nueva dirigencia que no piense solamente en la producción de coca, ni en intereses políticos y personales, sino que proponga la implementación de chacras integrales y presente proyectos para el cultivo de otros productos factibles y de beneficio para todos.
«Creo que con todos estos golpes que nos están dando, los cocaleros ya debemos pensar en chacras integrales, en sembrar otras cultivos aparte de coca» concluyó