El Instituto de Cultivos Tropicales (ICT) clausuró hoy las actividades de las Escuelas de Campo que durante varios meses se desarrollaron en varios sectores del valle del Monzón y mediante las cuales más de sesenta familias de agricultores dedicados al cultivo de productos lícitos recibieron la transferencia de conocimientos técnicos que les permitirá mejorar sus cultivos y tratarlos sostenidamente para lograr una mejor producción.
El acto de clausura debió realizarse, según lo programado, en el caserío de Inti, sin embargo, en una actitud censurable que fue cuestionada por los agricultores, un amenazante grupo de cocaleros se dirigió en piquete hacia este lugar con el objetivo expreso de frustrar la actividad.
Ello, sin embargo, no fue un obstáculo para los agricultores del valle del Monzón, quienes decididamente viajaron a Tingo María para culminar su última clase y asistir a la ceremonia de clausura.
El ingeniero Carlos Arévalo Arévalo, Coordinador de extensión del ICT, zonal Tingo María, lamentó esta situación y resaltó la decisión de los agricultores, refiriendo que es evidente el gran interés que muestran en desarrollar las técnicas de cultivo y crianza de animales menores.
Destacó por ello su decisión de vencer las dificultades ocasionadas por los cocaleros y consideró que ya es hora que éstos últimos cambien de actitud y no se sigan oponiendo al desarrollo por , a pesar de las dificultades mostradas por los cocaleros, han podido trasladar hacia ellos y les han dado herramientas muy válidas para su desarrollo.
Arévalo también dijo esperar que cambien las actitudes de las personas que se oponen al desarrollo y los instó a sumarse a quienes ya han entendido que el conocimiento es el capital más fuerte que toda empresa puede tener.
“Que se acoplen a esta masa de personas que ya están formándose y quizás mañana la imagen de Monzón no sea la nefasta que tenemos hasta ahora, sino una imagen, por ejemplo, de un caco Monzón o algo similar”, declaró.
Refirió también que particularmente separa en dos partes el valle del Monzón, la primera que sería la parte baja es muy adecuada para diversa agricultura y la segunda de menor adecuación para la agricultura fuerte, pero sí muy presto para desarrollar sistemas silvo pastoriles, que podría fijar el derrotero para el verdadero desarrollo de esta zona.