La irrupción de la DEA en la campaña electoral ha puesto sobre la lupa a otro dirigente del fujimorismo con antecedentes en el narcotráfico. Se trata del coordinador de campaña de la Selva Central, César Augusto Merea Tello.
Encabeza una campaña ostentosa. Conduce el programa radial ‘La hora de Fuerza Popular’ junto a Víctor Risco. Según la prensa local, en la última visita de Keiko Fujimori a la provincia de Satipo, Junín, en marzo pasado, Merea habría organizado y financiado la caravana que recibió a la candidata. Alrededor de 100 camionetas trasladaron a las 3 mil personas hasta la explanada del Coliseo Shirampari. El alquiler de una camioneta al día cuesta aproximadamente S/450.
Según comentan los periodistas consultados, la entrega de dádivas también se ha visto a lo largo de la campaña. Cabe recordar que el ex candidato a la vicepresidencia, Vladimiro Huaroc, quedó excluido de la campaña por entregarlas en el distrito de Pampa Hermosa, Satipo.
Merea suele estar acompañado de cuatro personas que resguardan su seguridad y se traslada en una camioneta con lunas polarizadas. Hoy vive en una mansión ubicada en el sector Los Frutales, también en Satipo.
Fue alcalde de esta provincia en el 2006 y postuló con el partido político regional Movimiento Independiente Fuerza Constructora. En el 2010 tentó nuevamente la alcaldía. Esta vez ganó los comicios postulando con el partido fujimorista Fuerza 2011, ahora Fuerza Popular (FP).
En el 2014 se le impuso una pena de cuatro años de libertad suspendida por delito contra la administración pública en la modalidad de incumplimiento de deberes funcionales, nombramiento indebido y abuso de autoridad. Nombró de gerente municipal y gerente de desarrollo social a individuos que trucaron sus títulos educativos y, aún así, luego expidió una resolución para exonerarlos de los requisitos. El juez ordenó su inhabilitación en la función pública y el JNE lo cesó en sus funciones. A pesar de la evidencia, Merea fue absuelto en la segunda sala por prescripción de la acción penal.
Pero la historia de Merea –o ‘Charly May’ como se llamaba él mismo– se remonta a inicios de los 90.
Coca y pota
CARETAS 2299 reveló que Merea, comandante del Ejército en retiro, fue procesado por narcotráfico por la desaparición de 6 sacos de cocaína sede del Comando Político-Militar de Satipo, del cual él era el jefe, en 1996.
En 1998 la Sala Superior Mixta Antidrogas lo sentenció a 14 años de prisión. Sin embargo fue absuelto en apelación por el vocal supremo Alejandro Rodríguez Medrano, de la red de Vladimiro Montesinos. Rodríguez Medrano cumplió prisión entre 2001 y 2008 por corrupción de funcionarios y tráfico de influencias.
Tras su absolución, Merea volvió al Ejército. Pero en el 2004 fue investigado por la fiscal Ana Ley, acusado de alojar en el Casino Militar de Piura a narcotraficantes del cártel de Tijuana que enviaron toneladas de cocaína en pota a México, según la Policía.
Insólitamente, el 18 de octubre del 2010 el abogado y exfiscal, Florencio Grández, denunció que el expediente Nro. 092-1996 con la investigación contra Merea había sido “sustraída o desparecida” del Poder Judicial.
En septiembre de 2013 las procuradoras Antidrogas y de Lavado de Activos; Sonia Medina y Julia Príncipe, respectivamente; incluyeron en su presentación ante el Congreso a Merea en la lista de 11 alcaldes investigados por presuntas vinculaciones con el narcotráfico. Se reveló que Merea contrató al actual congresista Federico Pariona como gerente de desarrollo económico al inicio de su gestión como alcalde. El hermano del congresista, Javier Pariona, ocupó una subgerencia.
El año siguiente, en el 2014 y aprovechando la prescripción de su juicio, volvió a postular a la alcaldía de Satipo con Fuerza Popular. Pero la elección la ganó José Zevallos Ramírez, del movimiento regional Junín Sostenible, con un equipo que en buena parte había acompañado antes a Medea.
Trágicamente, Zevallos no llegó a ocupar el cargo porque falleció mientras se dirigía en una camioneta a Huancayo, junto con tres ocupantes, y esta cayó a un abismo de unos 20 metros, terminando a orillas del río Perené.
Los resentimientos calaron hondo. Víctor Caro, exhombre de confianza de Merea, señaló en una entrevista realizada el pasado 14 de mayo, en una radio local de Satipo, que el ex alcalde le dijo que “Zevallos bien muerto está. Se lo merecía por traidor”.
La sombra de Ramírez
Las imputaciones no se detienen. En el 2015 Merea fue denunciado ante la Fiscalía por el delito de lavado de activos y pérdida de dominio proveniente del narcotráfico. Actualmente la investigación se encuentra en marcha a cargo del fiscal José Castellano Jara, de la fiscalía Supra Provincial Especializada en Delito de Lavado de Activos.
Resulta notable que con esos antecedentes Merea haya sido nombrado coordinador de campaña de Fuerza Popular en la selva central, como está acreditado mediante oficio del 26 de febrero.
El pasado 26 de abril los fujimoristas Domingo Briones y Alfredo Quispe enviaron un documento al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de FP. Ahí señalan que los militantes, simpatizantes y líderes de la Selva Central se encuentran incómodos y preocupados porque Bladeck Ruíz, coordinador de la región Junín de FP, se tomó la atribución de designarlo sin consultar a las bases fujimoristas. En el oficio denuncian que enfrenta 22 procesos judiciales. A pesar del reclamo Ruíz, coordinador de la región Junín, respaldó a Merea.
César Combina, excandiato al Gobierno Regional de Junín por FP, sostiene que quien puso a Ruíz en el cargo fue el exsecretario de FP, Joaquín Ramírez.
“En Junín renunciamos casi 200 dirigentes porque el señor Ramírez anunció que se iba a cambiar a la dirigencia nacional”, precisa Combina quien renunció a FP en setiembre del 2015. “Él ha puesto a todos los coordinadores regionales. Cambió a toda la plana mayor de las regiones y ha elegido a los candidatos al Congreso”, precisó Combina sobre Ramírez.
La selva central del país abarca zonas de Junín, Pasco, Huánuco, Ucayali y Loreto. El Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro –VRAEM- es un epicentro del narcotráfico. Según el investigador y sociólogo en temas de narcotráfico, Jaime Antezana, el VRAEM estaría produciendo alrededor de 200 toneladas de clorhidrato de cocaína anual. “En general en el VRAEM no existe la erradicación. La coca es libre y el tráfico también, los controles policiales son casi inexistente”, dice. Solo “Junín como región es una zona de producción de alrededor de 75 toneladas”, precisa.
En esos predios es que Merea lleva adelante la campaña de Keiko Fujimori.
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