Las riberas de los ríos Kimbiri y Apurimac presentan un panorama pestilente y cada día se convierten más en un foco infeccioso de inminente contaminación, por la presencia de numerosas chancherías clandestinas en la zona que no pueden ser controladas por la autoridad municipal, según pudo comprobar INFOREGION.
En una inspección ocular realizada a lo largo de la ribera de ambos ríos, se evidenció que el peligro de infección es inminente sobre la salud de los habitantes del Valle del Río Apurímac y Ene, VRAE, sobre todo en la gran cantidad de niños que acuden diariamente a bañarse al río en medio de este panorama atroz.
Una plaga de mosquitos y roedores se suma a esta pestilente realidad que tiene lugar a escasos cien metros de la municipalidad de Kimbiri, sin que los vecinos ni las autoridades tomen cartas en el asunto.
Pero eso no es todo. Lo peor es que estos cerdos alimentados con basura, excrementos y otros desechos van a parar directamente a los diversos restaurantes y chicharronerías de la zona, convirtiéndose en un foco de enfermedades gastrointestinales y de la temida cisticercosis.