La Central Hidroeléctrica Chadín II -cuyo proyecto se ubica en el límite regional de Cajamarca y Amazonas, aproximadamente 85 km aguas arriba de la localidad de Cumba (provincia de Utcubamba, Amazonas)- respetará los recursos naturales de la zona, según afirmó César Gonzales, gerente de Sostenibilidad y Comunicación de Odebrecht Energía del Perú.
En declaraciones a un diario regional, Gonzales afirmó que “la empresa dueña del proyecto, AC (Amazonas Cajamarca) Energía, que tiene el soporte técnico y económico de Odebrecht Energía del Perú, está comprometida con la conservación de los recursos de la zona, en particular con el bosque seco, aunque las 2000 ha es parte de las 2 millones 700 mil que tiene el bosque, que significa 0.1% como impacto».
«Será una inversión privada que tiene aceptación, sobre todo de Amazonas, que declaró de interés regional al proyecto», comentó.
Para construcción de la obra se ha previsto una inversión aproximada de entre $2 mil y $2500 millones dólares, con una producción de 700 megawatts de energía eléctrica, que en la actualidad representa el 10% de la demanda nacional, según el ejecutivo.
La obra «estará ubicada en una parte del Marañón Medio; contempla un impacto en 3200 ha, de las cuales 400 son de cultivo de coca y comprometen a 200 familias, quienes serán reubicadas adecuadamente; 800 es el mismo cauce del río y 2000 son del Bosque Seco del Marañón», precisó Gonzales.
Asimismo indicó que en Cajamarca hay una pequeña oposición relacionada a temas de orden político e intereses particulares.
«José Cerra, asesor técnico de la oposición, ha manifestado que Chadín no es un tema ambiental, sino social, en relación a las cerca de 200 familias que serían reubicadas; las que estarían en un programa con estándares internacionales como los que exige el Banco Mundial, el BID, los que posiblemente sean los que financien este proyecto», precisó.
Según Gonzales el programa de reubicación tiene un proceso que se inicia con el saneamiento físico legal de la tierra, «porque el propietario debe tener su título de propiedad para negociar con ellos, el precio de la tierra, de las viviendas, que termine en un justiprecio para mejorar la calidad de vida». El proyecto contempla un programa con el bosque seco para reforestar 10 mil ha en ambas regiones, según se informó.
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