La anunciada censura al ministro del Interior Luis Alva Castro, por la irregular licitación de patrulleros policiales y cuestionadas compras de armamentos y municiones, se encuentra en compás de espera. Mientras los representantes de la oposición deshojan margaritas para presentar la moción recriminándose mutuamente por la situación creada, los parlamentarios apristas cerraron filas en torno al cuestionado ministro.
El congresista Isaac Meckler rechazó el argumento aprista que recalca que no procede la censura contra Alva Castro porque fue presentada antes de culminar la exposición ante el pleno del Congreso y aseguró que lo que se busca es ganar tiempo para convencer a los parlamentarios de otras tiendas para no censurar al titular del Interior.
Adelantó que es muy probable que el partido de gobierno pretenda conseguir más aliados y dividir los partidos Unión por el Perú y Unidad Nacional en su intento.
Mientras tanto, el congresista aprista Luis Velásquez Quesquén acusó a los congresistas nacionalistas de conspirar contra la gobernabilidad del país y denunció la existencia de un acuerdo político para frenar la presentación de una nueva moción de censura contra Alva Castro.
«Los nacionalistas ni siquiera han cumplido con lo elemental de una interpelación, como es escuchar a un ministro, y ya tenían bajo la manga la censura. Ésa es una estrategia política a la que parte de la oposición responsable se enfrenta», aclaró.