Los cultivos de piñón, ricino, sachainchi entre otros, son perfectamente adaptables al clima, suelo, y prácticas culturales en el Alto Huallaga, y serían materia prima oleaginosa fundamental para desarrollar la producción de combustible biodisel.
Si bien es cierto que los estudios vigentes fueron hechos en la llamada ‘selva baja’, también pueden ser adaptados a los relieves de la ‘ceja de selva’, manifestó la ingeniero ambiental de la UNAS Susana Sevilla Sevilla.
La experta argumentó el gran potencial que tienen estas especies para producir aceites que ya tienen demanda internacional e insistió en que se trabajar con especies nativas y silvestres, e implementar cadenas de producción con tecnologías de extracción de aceite caseras o artesanales, para emplear mas mano de obra en la zona.